Carrera contrarreloj para intentar volver a la normalidad. Un día después del incendio que afectaba a la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, el personal trabajaba ayer a destajo para tratar de limpiar los restos del siniestro. El personal, provistos con mascarillas y batas, todavía sacaba escombros de las dependencias, al tiempo que quitaba el hollín a los muebles y estanterías afectados, mientras que la totalidad de los expedientes se almacenaba en el interior de la sala de vistas.

El objetivo es que se sequen, limpiarlos y ver cuántos se pueden recuperar o si han quedado inservibles. Hasta que se normalice la situación, los magistrados utilizarán la sala de vistas de otra sección. El presidente de la sala, Francisco Javier Guirao, señaló que no se va a suspender ningún juicio y se va a seguir con la rutina normal. De hecho, para hoy hay señalado uno para un grupo de narcos con el que supuestamente colaboraba un policía de Dénia; y para la próxima semana hay un macroproceso contra una red de prostitución, cuyo presunto cabecilla dirigía desde la cárcel. Todo un reto, ya que esta vista ha sido suspendida hasta tres veces.

La Audiencia recibió ayer la visita de la directora territorial de Justicia, Lucía Cerón, que se comprometió a renovar el mobiliario afectado por el incendio, como estanterías y sillas. La Conselleria ha aprobado ya dos funcionarios de refuerzo que trabajarán en la reconstrucción de los expedientes destruidos por las llamas y hoy está previsto que la sala de gobierno del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad apruebe un secretario judicial de apoyo para estas labores. El presidente de la Audiencia, Vicente Magro, aseguró que en una semana podrían comenzar los trabajos de reconstrucción de los documentos dañados.

Las primeras estimaciones apuntan a que el fuego ha podido devorar entre 300 y 500 expedientes, todos ellos de casos que ya habían sido juzgados y cuyas sentencias se estaban ejecutando. Sin embargo, por el momento se desconocen qué expedientes son los que han ardido, ya que en estos momentos las tareas se están centrando en llevar todas las carpetas a la sala de vistas.

Los restos de hollín y el fuerte olor a quemado sigue inundando las dependencias judiciales, aunque Vicente Magro destacó que los trabajos de limpieza se estaban desarrollando a buen ritmo. Los técnicos ya han comprobado que la mitad de los ordenadores funcionan y ahora hay que devolver el suministro eléctrico a la oficina.

Mientras que las dependencias incendiadas recuperan la normalidad, la oficina judicial con los funcionarios se ubicará provisionalmente en el pasillo que da acceso a los despachos de los magistrados. Una vez vaciada la estancia en la que se produjo el siniestro, será necesario esperar al nuevo mobiliario y a que se pinte toda la estancia de nuevo.

El personal, intranquilo por el temor a que se produzcan más fuegos

El presidente de la Audiencia, Vicente Magro, señaló ayer que el personal está intranquilo ante el temor de que se puedan producir nuevos incendios. La obsoleta red eléctrica y la ausencia de seguridad para la prevención de estos siniestros deja la puerta abierta a que lo sucedido la madrugada del domingo pueda repetirse en cualquier momento.

Durante la visita al edificio, la directora territorial de Justicia confirmó que la Conselleria está buscando un edificio provisional para el traslado. Sin embargo, la idea no fue tan bien recibida por los magistrados más veteranos a quien no les hacía mucha gracia eso de que les trasladaran a otro edificio distinto. Otros se mostraban escépticos con que el Consell fuera a trasladarlos.