Del imperio a la ruina. El empresario Vicente Vilar, gerente de Naranjax, veía cómo sus productos acaricidas agrarios eran sistemáticamente rechazados en las ventanillas de Agricultura y Sanidad. Para desbloquear esta situación, se granjeó la confianza de Fabra, según declaró el industrial en el juzgado. A partir de ahí las licencias fitosanitarias empezaron a salir al mercado. Se le acusa de participar en el cohecho.