La sala de vistas se transformó ayer durante las tres primeras horas del juicio en una biblioteca en la que el jurado leía en silencio las pruebas contra Francisco Camps y Ricardo Costa, y el expresidente se refugiaba en un ensayo de René Girard sobre la figura del chivo expiatorio que es víctima de su propio pueblo. Camps llegó al Palacio de Justicia con el libro "La ruta antigua de los hombres perversos", que analiza la historia de Job. El autor advierte en el ensayo de que Job "tras perderlo todo, repudiado por los suyos y abandonado por el propio Dios, se lamenta en un estercolero".

Camps no escondió el libro y se recreó en su lectura mientras era consciente de que la cámara de vídeo que graba el juicio lo enfocaba. "Ricardo, mira, mira este párrafo", le indicó a un paciente Costa.

El exjefe del Consell, que no pudo mantener la concentración en el libro más allá de intervalos de cinco minutos, comentó algunos pasajes con su abogado ante la incredulidad del juez Climent. El libro incide en que Job debe tomar "la ruta antigua de los hombres perversos" que conduce a "la muerte sacrificial". Girard sitúa el sufrimiento de Job en el ostracismo de las personas que lo rodean, no ha hecho nada malo, pero todos se alejan de él.

El ensayo recoge párrafos como los siguientes: "¿Hasta cuándo afligiréis mi alma y a palabras me acribillaréis? Ya me habéis insultado por diez veces, me habéis zarandeado sin reparo. Aunque de hecho hubiese errado, en mí sólo quedaría mi yerro. Si es que aún queréis triunfar de mí y mi oprobio reprocharme, sabed ya que es Dios quien me hace entuerto, y el que en su red me envuelve. Si grito: ¡Violencia!, no obtengo respuesta; por más que apelo no hay justicia" y "A injustos Dios me entrega, me arroja en manos de malvados". Camps siempre ha mantenido que es una víctima y se ofreció como chivo expiatorio el día que dimitió para no obstaculizar la victoria de Mariano Rajoy.

Ricardo Costa se limitó a leer un periódico y enseguida el juez le llamó la atención y lo tuvo que dejar.

Las condenas a Campos y Betoret, ante el jurado

La fiscal pidió la lectura de las dos sentencias condenatorias de Víctor Campos y Rafael Betoret por los mismos hechos. Además, el jurado escuchó el acta de entrega de los trajes que Rafael Betoret aceptó de la trama Gürtel y que depositó en el Tribunal Superior de Justicia el 28 de octubre de 2011. El juicio continuará mañana porque el juez que preside el juicio participa hoy en un plenario de la sala de lo Civil y Penal para resolver recursos de casación de otros asuntos. La vista seguirá con la petición de lectura de documentos a propuesta de la acusación popular. El juicio podría acabar la semana que viene.

r.f. valencia