Trabajadores de la empresa de autobuses urbanos La Alcoyana se han manifestado hoy frente a la puerta de la Oficina del Transporte de Alicante Metropolitano (TAM) para exigir a la mercantil el pago de los "atrasos salariales" a los 180 empleados de la firma.

Esos "retrasos" no corresponden al "impago" del sueldo, sino a la equiparación de las condiciones económicas de estos empleados con los de la firma Masatusa, otra de las empresas encargadas del transporte urbano de Alicante, correspondientes a la segunda mitad de 2010 y todo 2011.

El presidente del comité de empresa de La Alcoyana, Juan Manuel Penalva, ha dicho a los periodistas durante la protesta que la mercantil comunicó que había recibido parte de la "deuda" del Consell y que había abonado "200 euros" a cada empleado.

No obstante, según Penalva, "todavía deben 2.000 euros" por empleado, lo que supone un total de 300.000 euros.

El portavoz del comité de empresa de La Alcoyana ha denunciado que "no se cobra", pese a que el pasado 23 de diciembre la Generalitat y el Ayuntamiento de Alicante acordaron una subida de las tarifas para afrontar la citada "equiparación".

Penalva ha manifestado que piden a la empresa que deje de "apropiarse" del dinero de sus trabajadores, que "pague ya", porque una mercantil de sus características "puede hacer frente al pago".

Los trabajadores de La Alcoyana ya protagonizaron una huelga de once días el pasado mes de noviembre para protestar por los "retrasos" y ahora "no descartan nada" porque, según Penalva, "ya no queda más tiempo" para las manifestaciones.

Por su parte, el responsable de la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO en las comarcas alicantina del sur, Vicente Alcaraz, ha opinado que la empresa de La Alcoyana en lugar de "pelearse" con el Consell para poder abonar la "deuda", utiliza a sus empleados como "rehenes".

Alcaraz ha asegurado que la "deuda" que la Generalitat mantiene con la firma asciende a un millón de euros entre el concepto de equiparación salarial y el pago pendiente en el coste del kilometraje.

El problema, según ha explicado, es que "falta" por abonar el 30 por ciento de la reducción presupuestaria destinada a los 500.000 kilómetros de transporte público que "querían suprimir" con la entrada en vigor, "como pensaban que ocurriría", de la línea 2 del TRAM el 1 de enero del año pasado.