Los técnicos de la Concejalía de Atención Urbana han confirmado la presencia de picudo en varias palmeras de Villafranqueza, con ejemplares afectados tanto en el jardín del restaurante El Rinconet (tres, aunque uno de ellos estaba talado) como en una finca próxima (dos más), y aunque en ambos casos los árboles se ubican en propiedades privadas, se han extremado las precauciones. Esto se debe a que la plaga ya está en un barrio de la ciudad mucho más próximo al centro urbano, donde se encuentran la mayor parte de las 18.000 palmeras de las calles, parques y jardines del término municipal.

En este caso, Atención Urbana, que detectó la infección antes de Navidad, informó a los propietarios de ambas fincas sobre los tratamientos adecuados y ellos han procedido a sanear las palmeras, ya que "antes de cortarlas se evalúa si tienen salvación y se intenta que vuelven a brotar", según explicaron fuentes del departamento de Jardines. Esto es lo que ocurrió con un ejemplar aislado del parque Lo Morant en el que hace dos años se detectó el picudo y que, añadieron las mismas fuentes, es el primer y único caso que se ha descubierto en un jardín público de Alicante, aunque la infección fue "erradicada" y "no se ha vuelto a detectar" en palmeras municipales. "Aquello fue cuando el picudo no estaba tan introducido por lo que no se puede bajar la guardia". En este sentido, el concejal del área, Andrés Llorens, aseguró también que "aún no ha llegado a los parques. Hemos recibido algunas llamadas de ciudadanos que creían haberlo detectado pero se ha demostrado después que eran falsas alarmas cuando los técnicos han saneado. Hasta ahora solo se ha observado en palmeras de las afueras, aunque no quiere decir que no lo haya, por eso se intensifica la acción para que no llegue al centro, a la Explanada o a los parques".

En este momento, la presión de la plaga en torno a la ciudad es tal que el Ayuntamiento ha extremado las precauciones de cara a la primavera, que es la época de más vuelo del picudo, junto al otoño. El insecto está "entrando", insisten los técnicos de Jardines, a través de las palmeras de fincas particulares de las partidas rurales y se ha detectado en municipios vecinos como San Vicente, El Campello o Elche, por lo que piden la colaboración de los propietarios. "Hay gente que no hace nada pese a que ofrecemos asesoramiento gratuito y cuando esto ocurre la prevención no sirve. El tratamiento no se lo podemos financiar a todo el mundo, para eso serían necesarias ayudas a nivel europeo. Pero tenemos que luchar contra la plaga porque de lo contrario en dos años nos quedamos sin ningún ejemplar".

Jardines intenta proteger las palmeras municipales con un tratamiento intensivo que ahora se aplica a todas y cada una de ellas cada mes "porque si lo espaciamos a más largo plazo nos la jugamos. Y aunque hacemos lo correcto y todo lo que se recomienda no estamos exentos del contagio". El tratamiento consiste en inyectar en el tronco una serie de productos que atacan al picudo para que la savia se llene de ese líquido y circule por todas las "venas" del árbol, impregnándolo del insecticida. "Si el bichito muerde una hoja, muere la larva y no se reproduce". Esta acción se refuerza con duchas aéreas con otros productos insecticidas, por lo que "si hay picudo adulto y vuela de una palmera a otra se morirá y no la infectará".

Este doble tratamiento se aplica tanto en las canarienses, "las más sabrosas y preferidas por el insecto" -hay unas 6.000 en el término de Alicante- como en las datileras, que son las que adornan la Explanada, los paseos de Soto y Gadea, o El Palmeral, en donde las sustancias se echan en el agua de riego para no dañar el tronco de los ejemplares. "Pero se emplea el mismo tratamiento en todas, con equipos exclusivos que cada día vigilan las palmeras de la ciudad y aplican los insecticidas. La lucha es la detección y no desistir en la prevención". Atención Urbana empezará, de hecho, en febrero a aplicar un nuevo tratamiento biológico que consiste en inocular en las palmeras un hongo específico que mata el picudo rojo, y en el caso de que algún insecto vuele a nuevos ejemplares éstos quedarían protegidos también con ese hongo. "Es como las mariquitas, que matan al pulgón. Este hongo mata al picudo".

Esta nueva vía de control biológico se está ensayando por parte de un grupo de investigadores de la Universidad de Alicante. El producto, denominado Glen Biotech, se basa en el hongo "beauveria bassiana", hallado en un picudo muerto en ejemplares de la provincia y que es propio del medio ya que se encuentra en los suelos. "Si funciona quieren comercializarlo, y sería muy eficaz de cara a las fincas privadas para que ellos también puedan combatir esta plaga tan voraz y brutal".

El concejal indicó al respecto que "estamos muy preocupados por esta plaga, aparte de que hacemos lo indecible por erradicarla en colaboración con los ciudadanos. Por ello quien lo detecte debe comunicarlo".

Tabarca se salva por ahora del insecto y solo tiene plantas secas

Los ingenieros municipales han descartado la presencia de picudo en las palmeras de Tabarca tras inspeccionar los ejemplares a raíz de una denuncia de unos vecinos que creían haber detectado la plaga. Desde el Ayuntamiento explicaron que ya en octubre hicieron un control sin detectar nada y que el aspecto de algunas palmeras nuevas donadas por un empresario de Santa Pola se debe a que, según los técnicos, en torno a la mitad terminan por no aclimatarse y se secan. "Aunque está muy fuerte, el picudo aún no ha llegado a la isla", dijo Llorens.