La consellera de Infraestructuras, isabel Bonig, acaba de anunciar en un acto público en Valencia que la puesta en marcha del la Línea 2 del tranvía entre Alicante y la Universidad se retrasará, al menos, otros ocho meses.

Bonig declara desierto el concurso público al que sólo se presentó Vectalia y se da siete meses para negociar con empresas la puesta en marcha de la línea.

El próximo 28 de febrero se cumplirá un año desde que el Consell tiene la oferta sobre la mesa de Vectalia.

La angustia económica de las arcas públicas ha impedido inaugurar en todo ese tiempo una línea acabada, que ha costado 100 millones de euros y ha sido sometida a todo tipo de pruebas.

Según ha declarado Boning, la Línea 2 del TRAM de Alicante estará en funcionamiento en siete meses y medio por el procedimiento del Diálogo Competitivo que figura en la Ley de Contratos del Sector Público, gracias al cual la Generalitat adecuará con las empresas unas nuevas condiciones económicas que le supondrán "un respiro".

Esta decisión se ha tomado, según la consellera, al considerar que las condiciones en las que se convocó el concurso "han cambiado de manera considerable como consecuencia de la actual crisis económica" y, por lo tanto, es "necesario buscar nuevas fórmulas que permitan poner en funcionamiento este servicio, bajo la actual coyuntura socio-económica".

Bonig ha explicado que la Generalitat prestará "un buen servicio y de la forma más barata" y ha añadido que el Gobierno valenciano "aportará lo mínimo posible", lo que "supone un respiro".

Al concurso para la gestión de esa línea se habían presentado conjuntamente las empresas Subus y Vossloh pero la Generalitat no puede cumplir las condiciones económicas del mismo.

Bonig ha insistido en que ese contrato es "beneficioso para la Administración y para la empresas" y garantiza la presencia de la Generalitat como órgano gestor.

NUEVO PROCESO DE CONTRATACIÓN

Una vez declarado desierto el concurso anterior, la conselleria ha anunciado que abre un nuevo proceso de contratación basado en la figura contractual del "diálogo competitivo". Esta solución está contemplada por la legislación, precisamente, para situaciones contractuales complicadas pues permite llegar a acuerdos basados en el conocimiento de las situaciones y la flexibilidad.

Sobre la solución adoptada desde Infraestructuras se ha señalado que "cumple los compromisos establecidos en el concurso inicial, respeta la legislación al respecto y es económicamente viable".

El modelo de diálogo competitivo es una fórmula de contratación que se utiliza cuando se trata de contratos que tienen un objeto complejo; la Administración conoce sus necesidades, y requiere la colaboración de los empresarios para determinar y definir los medios que resultan más adecuados para satisfacerlas.

Una vez abierto el procedimiento de contratación se dará a conocer cuáles son las necesidades de la Administración y sus requisitos, que se identifican en la convocatoria, además de los criterios objetivos que utilizará para adjudicar el contrato.

Tras analizar las solicitudes de los interesados que hayan manifestado su interés por concurrir, la Administración invitará a las empresas, que por lo menos deben ser tres, a que participen en la fase de diálogo. Después, analizadas las distintas ofertas, se adjudicará el nuevo contrato, según los criterios fijados en la licitación.

Este nuevo proceso de contratación establece, a su vez, que la empresa privada adjudicataria participe con la administración en la puesta en marcha de la Línea 2 con la creación de una empresa mixta.

Esta sociedad estaría integrada por el socio privado y FGV, que como empresa con más de 25 años de experiencia en la gestión de distintos sistemas de transporte ferroviario en Metrovalencia y el TRAM de Alicante aportaría sus conocimientos.