Las 7.000 operaciones de cataratas a pacientes en lista de espera que anualmente se hacen en las clínicas con programas de plan de choque se realizarán ahora en los hospitales de la red pública, según se detalla en el decreto-ley que aprobó ayer el Gobierno de la Generalitat Valenciana para lograr un ahorro de 1.057 millones.

El mayor número de recortes se aplicará en la sanidad, donde el Gobierno quiere dejar de gastar 440 millones, casi la mitad de lo que se prevé ahorrar este año.

El plan de choque es uno de los objetivos a abatir para ahorrar 9 millones en las intervenciones de catataras, la mayoría dobles, a personas mayores, a un promedio de 750 euros de gasto por proceso, según informó la conselleria.

Incorporar estas intervenciones en la pública obligará a abrir los quirófanos por la tarde y noche y contratar a más personal o hacer prolongaciones de jornada. De no hacerse así, las consecuencias del ahorro las sufrirán los propios afectados, la mayoría ancianos sin visión, cuyas intervenciones podrían demorarse más de un año. De enero a noviembre de este año se hicieron 28.598 operaciones de cataratas.