El sumario de la pieza separada del caso Palma Arena en el que se investiga, entre otros delitos, la supuesta malversación de fondos públicos por los negocios del Instituto Nóos en Baleares y la Comunidad Valenciana arroja detalles de cómo el Ejecutivo presidido por Francisco Camps disparó con pólvora de rey en los eventos organizados por el yerno de su majestad. Sólo en dar de comer al selecto grupo de personas que participaron en las tres ediciones del Valencia Summit, la Generalitat, a través de la Ciudad de las Artes y las Ciencias; y la Fundación Valencia Turismo Convention Bureau, controlada por el Ayuntamiento de Valencia, tuvieron que desembolsar alrededor de 141.228 euros. La cantidad -23, 4 millones de las antiguas pesetas- forma parte del algo más de un millón de euros que ambas instituciones tuvieron que afrontar a medias en concepto de gastos derivados de la celebración de las tres ediciones del Valencia Summit; un dinero que se añade al canon anual de 1.044.000 euros que se abonó el Instituto Nóos por organizar el evento deportivo. En viajes de los participantes, incluidos los del Duque de Palma y su socio, Diego Torres, el gasto ascendió a más de 366.000 de euros; y en flores, a cerca de 20.000 euros.

El contrato-convenio suscrito entre Cacsa, la Fundación de Turismo y el Instituto Nóos (y que fue prorrogado en los siguientes dos años con idénticos requisitos) obligaba a la Administración a pagar al Instituto Nóos, de un lado, el canon y, de otro, a saldar con las distintas empresas proveedoras las facturas generadas por una serie de gastos relacionados con el alojamiento y el desplazamiento de los conferenciantes e invitados a la cumbre. Los tres convenios incluían un presupuesto aproximado de unos gastos cuya cuantía fue aumentado con el paso de los años.

Para la primera edición del Valencia Summit -unas jornadas de tres días para promocionar el turismo a través del deporte- el Instituto Nóos programó gastos por valor de 307.638 euros. El presupuesto de 2006 creció cerca de un 40% hasta alcanzar los 428.483 de euros. De hecho, algunas de las partidas incluidas como las relativas al catering sufrieron un incremento espectacular. Si el primer año el Instituto Nóos previó que dar de comer y cenar a conferenciantes e invitados costaría a las arcas públicas 28.588, dos años después, las copas y los canapés se encarecieron un 124% hasta sumar 64.200 euros.

Pero no sólo resulta llamativo el incremento del coste de la logística y la infraestructura de los tres foros, cuya dinámica fue similar en sus tres ediciones. El detalle de las partidas evidencian el papel de mero mediador que tuvo el Instituto Nóos que recibió un millón de euros por cada edición sin tener que afrontar los gastos de la organización. A la vista del contenido del convenio y sus dos adendas no es de extrañar que los investigadores se hayan interesado durante los interrogatorios practicados en Valencia sobre los motivos por los que los gastos se pagaron a parte y en concepto de qué se pagó el canon a Nóos. Alojamiento, contratación de azafatas, traductores, viajes, alquiler de salas, medios audiovisuales, mobiliario, catering, cartelería, decoración floral, iluminación, ambientación musical, etcétera son algunos de los gastos pagados a medias por Cacsa y Turismo.

El Instituto Nóos calcó un año después para Palma de Mallorca la primera cumbre realizada en Valencia, si bien la dinámica de los gastos fue distinta. El convenio de Valencia incluía una cláusula que obligaba a las empresas proveedoras de bienes y servicios a facturar a Cacsa y Turismo la correspondiente cantidad, "aportando documento acreditativo del gasto comprometido en el que se identifique el importe del gasto". Este control del destino del dinero público se impuso a priori a las empresas contratistas, pero no al Instituto Nóos respecto al canon cobrado. En Baleares, sin embargo, el Ejecutivo de Jaume Matas pagó al Instituto Nóos para que también se encargara de los gastos de organización (el precio del canon fue idéntico al de Valencia) y, según el fiscal del caso, no controló como se gastaba el dinero.

Con todo, la fiscalía da por sentando que también en Valencia el Instituto que presidía el yerno del Rey se apropió, como en Baleares, de fondos públicos "mediante su desvió hacia sociedades mercantiles controladas por dirigentes del Instituto Nóos". Los informes de la Agencia Tributaria sobre las operaciones con terceros del Instituto Nóos ponen de relieve que por la organización de los tres congresos celebrados en 2004,2005 y2006 la entidad recibió la cantidad de 3.137.330 millones. "Teniendo en cuenta los costes reales de los congresos de Palma -que han sido rastreados por los investigadores- lógico es suponer que los costes reales de los congresos de Valencia fueron notablemente inferiores a las cantidades percibidas por Nóos".

Facturas por sólo el 12% de lo presupuestado

El Instituto Nóos sólo ha podido presentar facturas por valor de 15.000 euros en concepto de honorarios a ponentes que participaron en la celebración del Illes Balears Forum del año 2005, lo que corresponde al 12% de los 120.000 euros presupuestados para atender a las retribuciones de los expertos que participaron. Así lo detalla un informe de la Fiscalía incorporado en el sumario. Concretamente, sólo se han podido documentar tres facturas a ponentes por valor de 15.000 euros. La investigación acredita que, en el primer convenio de colaboración entre el Instituto Nóos y el Ejecutivo balear, la entidad de la fue presidente el Duque de Palma cobró de la administración 1,2 millones de euros fraccionada en cuatro plazos por valor de 300.000 euros. E.P.