Alberto Fabra, presidente de la Generalitat y líder regional del PP, empezó ayer a enterrar la herencia de Francisco Camps. En una remodelación del Consell de alcance limitado pero en la que Alicante gana poder, Fabra reforzó puestos clave de su Gobierno -coordinación, Educación y Emple- y, con apenas unos retoques, imprimió otro estilo a la gestión y a la imagen externa de la Generalitat. Sin la marcha de valencianos al Gobierno de Rajoy, el titular del Consell aprovechó el único puesto que quedaba vacante tras la victoria electoral del 20-N para mover a la delegación del Gobierno en la Comunidad a Paula Sánchez de León, hasta ahora vicepresidenta y a la que Francisco Camps había apuntado como aspirante principal en la carrera por su sucesión. Le sustituirá José Císcar, que dejará Educación en manos de María José Catalá -durante los últimos cinco años alcaldesa de Torrent y valor emergente del PP- para hacerse cargo de la coordinación del Gobierno y de la comunicación del Consell en detrimento de Lola Johnson, otra de las apuestas de Camps.

La elección de Císcar le convierte en el nuevo "hombre fuerte" del Consell y le apuntala en la cúspide de la cúpula regional del PP, en la que actualmente ocupa la vicesecretaría general. Un ascenso más en sus apenas ocho años de militancia en el PP. Suma y sigue. En un momento especialmente complicado por los efectos de la crisis económica, Alberto Fabra, señalaron fuentes de la Generalitat, ha valorado la capacidad de negociación de José Císcar -"es pausado y dialogante", admitió el propio presidente en rueda de prensa- como una cualidad para relanzar la gestión del Consell -acuciada por los impagos a proveedores y pendiente de nuevos recortes- e intentar ofrecer una imagen externa más sólida. Entre sus nuevas funciones, precisamente, están el control político de la gestión del Ejecutivo y la portavocía, un papel en el que Císcar se desenvuelve como pez en el agua. "Tiene un perfil adecuado a lo que yo quiero que represente el Consell. Debe ser la imagen de los políticos en un momento como el actual", explicó Fabra que consideró "lógico" unir la vicepresidencia a la portavocía del Ejecutivo autonómico lo que, en la práctica, supone otra enmienda a la figura de Camps.

La consolidación de José Císcar como mano derecha de Alberto Fabra supone, en la práctica, recuperar parte del peso político que la provincia había perdido con el último gobierno que ensambló Francisco Camps y que, posteriorment, heredó el actual inquilino del Palau de la Generalitat. Hasta el pasado 22 de Mayo, el PP de Alicante controlaba la vicepresidencia económica con Gerardo Camps y las consellerias de Infraestructuras, Cultura y Bienestar Social, dirigidas por Mario Flores, Trini Amorós y Angélica Such. Todos salieron del Gobierno. Camps se "blindó" con un Ejecutivo en el que Valencia tenía casi todo el poder. José Císcar era el único dirigente del PP con peso orgánico que entraba en el Gobierno. Luego echó mano de Jorge Cabré y de Luis Rosado para Justicia y Sanidad, respectivamente. En la jugada, Alicante perdió el control del presupuesto y de las grandes obras. Ahora, con Císcar de número dos, la provincia recupera parte de ese peso en un momento clave: cuando el nuevo ejecutivo de Mariano Rajoy está empezando a realizar sus primeros movimientos. En el PP, de hecho, ayer se empezaron a escuchar análisis que apuntaban a la creación de un "puente" de poder autonómico entre Alicante y Castellón ante la resistencia interna que Alberto Fabra se ha encontrado en el PP de Valencia.

Más allá de eso, con tres pinceladas, al menos por ahora, Alberto Fabra ha logrado enfocar su gobierno sin soliviantar al grupo parlamentario -diseñado en su día a la medida de Camps- y dar las primeras pautas para diseñar, tal y como avanzó el propio Fabra, una nueva estructura del PP en el proceso congresual que arranca en febrero con el cónclave nacional y que continuará, posteriormente, con la reordenación de la cúpula regional y también de la provincial. La salida de Paula Sánchez de León era cuestión de tiempo desde la marcha de Camps. Sólo faltaba poner la fecha. En apenas unos meses, la hasta ayer vicepresidenta del Consell ha pasado de aspirante número uno a heredar en el PP a una salida tranquila en el Palacio del Temple, sede de la delegación del Gobierno en la Comunidad. Como admiten fuentes populares, el nuevo cargo supone un alivio para Sánchez de León, incómoda con Fabra y que, a partir de ahora, ejercerá de enlace con el gobierno de Rajoy. También era un secreto a voces que Fabra quería dar otro aire a la comunicación exterior que, hasta ahora, ejercía Lola Johnson.

Frente al cambio en la coordinación y en la portavocía del Consell y en un departamento clave como Educación y Empleo, Alberto Fabra, sin embargo, ha decidido por mantener la dupla que forman el titular de Hacienda, José Manuel Vela, y el responsable de Economía, Enrique Verdeguer, una vez que, finalmente, se han disipado los cantos de sirena que situaban a Verdeguer de vuelta en Madrid para asentarse en el nuevo equipo económico de La Moncloa. Fabra, por ahora, descarta nuevos cambios en su Ejecutivo. En todo caso, se puso "a disposición" de Rajoy por si le "encaja" algún valenciano -el organigrama de Madrid está huérfano de dirigentes del PP de la Comunidad- en algún puesto "importante".

La nueva consellera de Educación asegura que seguirá la estela de Císcar

La hasta ahora alcaldesa de Torrent y nueva consellera de Educación, María José Catalá, dedicará, dijo, "mucho esfuerzo" a su nuevo puesto, un departamento "con dificultades". En un comunicado, Catalá se mostró "muy emocionada" y aseguró que le "gusta mucho" este nuevo proyecto. "Tenemos que ser valientes, tirar hacia delante y esforzarnos", aseveró Catalá, que será relevada en la Alcaldía por Amparo Folgado, hasta ahora tercera teniente de alcalde del municipio. "El diálogo y el trabajo marcarán mi gestión en la conselleria", anunció antes de destacar su experiencia en el trato con diversos colectivos relacionados con la educación, la formación y el empleo Además, Catalá explicó que el próximo lunes, después de tomar posesión de su cargo en la conselleria de Educación, lo primero que hará será ponerse al día con los proyectos de su departamento para intentar "seguir la línea" de trabajo que ya había marcado Ciscar. europa press