La defensa de Camps ha atacado al sastre José Tomás, en el interrogatorio por el flanco de las supuestas contradicciones. Desde que acudió a la Fiscalía en enero de 2009, Tomás ha variado la versión de los hechos, según destacó el letrado Javier Boix en el juicio.

23 de enero de 2009. Declara ante las dos fiscales que en las tiendas "habitualmente no se emitían facturas salvo que fueran solicitadas por los clientes". Sobre los trajes que Camps encargó a Milano y devolvió después afirma que "nunca se le exigió pago a cuenta". Y que en ningún momento "las personas vinculadas a Orange Market" le indicaron que esa compra "iba a ser abonada" por la trama.

9 de febrero de 2009. El día en que Camps llama seis veces al sastre, Tomás declara ante dos policías que el expresidente "tras pasarse por la tienda, encargó dos trajes" y a los dos meses "los recogió personalmente en la tienda de Castellana y (...) los pagó en efectivo".

10 de febrero de 2009. Acude a otros dos policías voluntariamente y enseña las llamadas perdidas de Camps registradas en su móvil.

10 de febrero de 2010. Ante Garzón, asegura que "las dos veces que estuvo [Camps] pagó él. Esas pagó él, la única vez que él no me ha pagado", dijo. El juez le inquiere: "lo del chaqué, no; lo del esmoquin y lo del chaleco". Y Tomás responde que "lo del chaqué, lo del esmoquin, el chaleco, yo". Dijo que Camps nunca fue a la tienda con Álvaro Pérez y que era "racanillo".

11 de febrero de 2010. El día en que Hinojoso le notifica el despido al sastre. Preguntado por si Camps acudió en 2008 a realizar pedidos por cuenta de Álvaro Pérez, dice que sí. Supone un cambio de versión. A la pregunta de si el pedido de Camps lo pagó Orange Market, asiente. Agrega que en octubre de 2008 recibió la orden interna de cobrar todas las cuentas pendientes. El sastre explicó que existían varios pedidos pendientes de pago en la cuenta de Álvaro Pérez. Detalla que son "2.840 euros correspondientes a pantalones y varios artículos a nombre de Francisco Camps".

13 de marzo 2010. Asegura que la policía lo presiona para que localice un papel donde tenía apuntadas deudas de políticos. "Aporto una prueba documental. Esto es, un papel que la policía tenía mucho interés en que apareciera, no sólo en Forever Young sino en Milano, que era el sistema para que nos pagaran". "Jamás diré si él ha pagado los trajes o no, lo que sí garantizo y juro ante quien sea es que ni él ni ninguno de los políticos jamás ha pagado en la tienda ni un solo euro". Confiesa que al recibir la carta de despido, la leyó y lo primero que hizo fue llamar a Manuel, un inspector de la policía judicial.