El informe de la Sindicatura de Cuentas vuelve a certificar, una vez más, que los grandes proyectos de ocio impulsados por el PP se han convertido en un pozo sin fondo. En el caso de la Ciudad de la Luz, el complejo cinematográfico ubicado en Alicante, los números evidencian su incapacidad para generar ingresos y, al tiempo, que se ha convertido en una máquina de gastar dinero de forma casai incontrolada. El informe anual del fiscalizador público, correspondiente a la gestión del Consell en 2010 pero remitido el viernes a las Cortes, revela, de hecho, que, por diferentes conceptos, la Ciudad de la Luz generó ingresos por importe de 1,87 millones de euros cuando, por contra, originó un montante de gastos superior a los 22 millones. Sólo los gastos de personal ya suponen más de la mitad de los ingresos.

La empresa, hasta ahora, está controlada por la Generalitat. El Consell, sin embargo, está intentando encontrar una firma privada para alquilarla con opción a compra con la finalidad de deshacerse de la gestión y reducir los gastos, una obligación del nuevo gobierno de Alberto Fabra para revertir su crítica situación financiera. Durante el último ejercicio auditado por el Síndic, el complejo tuvo una cifra de negocios de apenas 173.000 euros; tuvo dos fuentes de financiación más que, juntas, apenas suman 129.000 euros; y acumuló otros ingresos por importe de casi 1,2 millones. Punto y final. Sin embargo, la Ciudad de la Luz se gastó doce veces más que sus reducidos ingresos. Casi un millón de euros para pagar al personal; cerca de 3,5 millones en gastos financieros generados por deuda; otros 5,5 en amortizaciones diversas; y una partida de 12 millones, de la que 5,4 se dedicó a publicidad, 3,5 a contratar asesorías externas y casi dos, entre otros gastos, a reparaciones de las instalaciones del complejo de ocio.

Con todo, sin embargo, el susto más grande para las arcas de la Generalitat puede venir con los procedimientos judiciales abiertos a raíz de una serie de expropiaciones que, en su día, se realizaron en la Sierra de Colmenares para poder desarrollar el gran proyecto de ocio que el Consell quería apadrinar en Alicante. El informe del auditor público alerta de que una concatenación de sentencias condenatorias podrían tener un coste extra para las arcas públicas de más de 290 millones de euros.

El Consell entierra otros 381 millones en la Ciutat de les Arts

La acumulación de pérdidas de la empresa pública Ciudad de las Artes, que se repite año tras año ante la incapacidad de gastar menos de lo que ingresa, ha forzado a la Generalitat a reducir su capital social en nada menos que 381,7 millones de euros "como consecuencia de pérdidas", según el acuerdo hecho público por el Consell. La decisión viene a representar una devaluación del valor de la mercantil pública para ajustarlo a la realidad del negocio, definido por el patrimonio neto, que es la diferencia entre todos los bienes de la firma y todo lo que debe. La ley de Sociedades exige que haya una relación entre el capital social de una empresa y su valor real. Cuando el primero queda por debajo de las dos terceras partes del patrimonioo, hay que reducir su valor o inyectar dinero. De momento, el Ejecutivo ha procedido a eliminar un paquete de acciones por importe de 381.740.000 euros, un patrimonio que se esfuma. Juanjo garcía