La situación económica del Ayuntamiento es tan delicada que según las previsiones de la Tesorería Municipal las arcas municipales entrarán prácticamente en suspensión de pagos dentro de un mes, con un déficit en las cuentas que impedirá pagar las nóminas de los funcionarios y las cuotas a la Seguridad Social. Para poder hacer frente a esta situación, ayer se aprobó por urgencia la solicitud de un crédito de 20 millones de euros que se prevé devolver en julio tras el cobro de los recibos del impuesto de bienes inmuebles (IBI) y la tasa de basura.

Las previsiones de la Tesorería Municipal señalan que al 31 de enero próximo el saldo municipal entrará en números rojos ya que los pagos necesarios e imprescindibles superarán en más de 11 millones de euros a los ingresos. Es más, este "desfase" como se califica en los informes municipales, seguirá creciendo y alcanzará su máximo a finales de abril, con más de 22 millones. Entre los pagos obligatorios a los que no podrían hacer frente las arcas municipales, se encuentran las nóminas de los alrededor de 2.000 funcionarios municipales, que representa un desembolso mensual de 3,3 millones de euros, a los que hay que añadir 1,7 millones de las transferencias a la Seguridad Social y 1,5 millones de los pagos por el impuesto sobre la renta y el IVA. Además, en enero hay comprometidos, y por tanto de obligado pago, 14 millones en gasto corriente, bienes y servicios. En definitiva, al 31 de enero las arcas municipales deberán hacer frente a 20,6 millones de euros y sólo dispondrán de 9,3 millones. Por tanto, el pago de todas estas partidas está en el aíre, y lo que es peor, la situación se irá agravando hasta abril. A partir de mayo, con los ingresos de las trasferencias del Estado, y con la recaudación por el IBI y la tasa de basura, la situación mejorará y ya en junio se prevé un superávit de 30,3 millones.

Ante tan difícil situación, que desde la Concejalía de Hacienda se recalca que es "coyuntural y no estructural", el Ayuntamiento va a solicitar un crédito de 20 millones, que se va a tramitar por urgencia para intentar obtenerlo antes de un mes. Para no pagar excesivos intereses, se devolverá en julio, tras el cobro de los citados tributos del IBI y basura.

"Un desfase puntual entre cobros y pagos"

El concejal de Hacienda, Juan Seva, en el informe que suscribe para justificar la petición del préstamo de 20 millones, señala que el problema de las arcas municipales estriba "en la necesidad de obtener recursos financieros temporales, a fin de cubrir el desfase puntual entre cobros y pagos que se produce en el tiempo que media entre el inicio del ejercicio anual y la puesta al cobro de los padrones del impuesto de bienes inmuebles y la tasa de recogida de residuos sólidos urbanos, principal fuente de ingresos de este Ayuntamiento". Seva recuerda que el plazo de cobro de los citados tributos se inicia en marzo y concluye en mayo, "por lo que la parte más importante de la recaudación no tiene efecto hasta la primera quincena de junio".

No es la primera vez que el Ayuntamiento recurre a este crédito blando a devolver tras el cobro del IBI y la tasa de basura. Ya lo hizo en abril de este año pero entonces era, según se anunció, para poder pagar las facturas de los proveedores municipales y, además, el importe era inferior, de 17 millones. Ahora, sin embargo, se pide cuatro meses antes y se hace para poder hacer frente a pagos más perentorios como son las nóminas.

Las previsiones de las cuentas de la Tesorería municipal sólo alcanzan un semestre, hasta junio de 2012, y reflejan un superávit de 30 millones ese mes, pero con los 20 millones del crédito que se deben devolver en julio, y la reducción de ingresos, todo apunta a que la situación volverá a empeorar.