­­¿Cuál es el objetivo con el que se pone en marcha la Cátedra de Vacunología Balmis?

Nuestra intención es abordar el estudio de todos los aspectos que configuran la «vacunología social», es decir, las creencias, actitudes, las percepciones de los distintos grupos de población hacia las vacunas, su aceptación social....

¿Qué se puede hacer ante esta creciente tendencia de gente que rechaza las vacunas?

Creo que no se está creando un buen puente de comunicación entre la población y los expertos acerca del riesgo de las vacunas, y esto es un problema. Para empezar, España debería tener un calendario único de vacunación en lugar de los 21 existentes. Además, convendría implantar un programa de indemnización por daños ocasionados por las vacunas, como tienen 19 países en el mundo. Estos programas incluyen una serie de compensaciones económicas ajustadas en un baremo por tipo de daño y vacuna. Sería una forma de transmitir confianza a la población y de crear transparencia entorno a las vacunas.

¿Por qué el nombre de Balmis a la cátedra?

Porque es un alicantino pionero en el campo de la salud pública, que llevó la vacuna de la viruela en un viaje alrededor del mundo entre 1803 y 1806.