Harina de centeno, esfuerzo, trabajo e ilusión. Son los ingredientes aportados por tres alumnas del Instituto Bahía de Babel de Alicante que les ha hecho merecedoras del premio de investigación de la Universidad de Alicante por su destilador para obtener vodka. Organizado a través del departamento de Ingeniería Química de la UA para fomentar el trabajo y estudio de los alumnos de Secundaria, Isabel Mónaco, Marina García y Alicia A. P. -prefiere mantener sus apellidos en el anonimato- han diseñado en horas de recreo y voluntariamente por las tardes, a lo largo del curso pasado, todo el proceso de destilación del vodka a propuesta de sus profesores.

Tras bucear en internet y conocer a través de los libros la teoría del proceso de la fermentación, lo llevaron a la práctica en el laboratorio del centro donde, gotita a gotita, han conseguido una bebida alcohólica a la que llaman "babilodka", y que conservan como muestra de sus primeros pasos en la investigación.

De la teoría a la práctica

A Marina García le gusta mucho la Química y estar en el laboratorio le hace ilusión. Se apunta a todas las experiencias que puede. Alicia vive con especial ilusión ponerse la bata en el laboratorio y cree que su orientación profesional se dirige hacia la rama sanitaria, aunque todavía no lo tiene claro del todo.

Ha sido la autora del diseño del destilador, incluido el curioso mechero que sirvió para dar el calor necesario para que surgiera el correspondiente vapor. La mezcla de la harina de centeno la dejaron fermentar y después la destilaron por el sistema de vapor. "Sabíamos la teoría por los libros pero ahora lo entendemos mejor. Al verlo lo entiendes mejor y cuando empezaron a caer las gotas del vodka lo consideramos todo un éxito", añaden entusiasmadas.

La profesora, Nuria Enseñat, apunta que la originalidad y forma de presentarlo por parte de las alumnas fueron claves para obtener el premio. Y no ha sido el único. Alicia también ha logrado la excelencia académica de Secundaria que concede la Conselleria de Educación.

Sus excelentes calificaciones, con un graduado de Secundaria de diez, le han hecho merecedora del galardón: "Estudio cada día, de lunes a viernes, de seis a nueve de la tarde. El día que no lo hago es la excepción. Me esfuerzo aunque todos los días no se rinde igual, pero atender en clase ayuda mucho".

Las Matemáticas incluso le "divierten", porque resolver problemas lo considera todo un reto, y en Historia, que le cuestan más porque implica "codos", simplemente echa horas, como dice con naturalidad. "Tiempo, sobre todo tiempo. Por la tarde veo un poco la tele o duermo un poco la siesta y luego, a estudiar". Sus excelentes notas le ponen "contenta" porque ve que "merece la pena".