La Diputación Provincial de Alicante sacó ayer adelante sus presupuestos para 2012, que experimentan un recorte del 14,5% y se sitúan en 178,2 millones de euros, con los votos a favor del PP y sin la oposición del PSOE, que cambió su intención inicial de votar en contra y optó por abstenerse pese al rechazo de todas sus enmiendas. El portavoz socialista en la Diputación, Alejandro Soler, condicionaba inicialmente la abstención de su grupo a la aceptación de sus propuestas de crear un plan de empleo y otro de obras por un importe global de seis millones de euros, a detraer de partidas como el Marq o el Auditorio Provincial. Sin embargo, pese al rechazo del PP a todas esas propuestas argumentando que supondrían "dejar al borde del cierre" a estas dos instalaciones culturales, los socialistas se decantaron por la abstención durante el pleno extraordinario celebrado ayer.

El grupo del PSPV tampoco obtuvo ninguna contraprestación concreta por su abstención más allá del compromiso verbal de la presidenta de la Diputación, Luisa Pastor, de aumentar la cantidad de los cinco planes de obras contemplados "si los remanentes nos lo permiten" y de tender la mano a la oposición para llegar a acuerdos. Por parte del PP, el diputado de Hacienda, César Augusto Asencio, fue el encargado de defender las restrictivas cuentas condicionadas por la reducción de los ingresos. Una caída en los activos que justificó por "la reducción de las aportaciones del Estado y la imposibilidad de acudir a créditos". De hecho, según incidió Pastor "por primera vez no se recurrirá al endeudamiento bancario".

La situación limitará al máximo las inversiones pero reducirá la deuda financiera de la institución. En el recorte de los gastos, desde el PP destacaron que los mayores ajustes se han producido en las transferencias a los organismos autónomos y empresas públicas. Otras partidas, no obstante, se han incrementado como la de la caja de crédito provincial, que pasa de 2,7 millones a 3,6 el próximo año, para facilitar las operaciones de tesorería a los ayuntamientos. Además, según Luisa Pastor, se ha mantenido la prioridad en las transferencias a los municipios de la provincia.

Reducción de obra pública

Por su parte, el PSPV defendió los planes de empleo y obras que proponía y cuestionó la existencia y necesariedad de la Diputación. "Dudamos de que esta institución sea imprescindible", indicó el socialista Soler. Según argumentó, los recortes presupuestarios se han producido "fundamentalmente" en el ámbito de las inversiones y consideró que "reduciendo la obra pública se provocará que se destruyan más puestos de trabajo en esta provincia". También cuestionó el volumen de ayudas concedidas a diferentes organismos sin concurso público.

Alejandro Soler emplazó al PP a dar datos sobre lo que el Consell adeuda a la Diputación, una cifra que Asencio situó en torno a los diez millones. Luisa Pastor abogó por generar empleo a través de ayudas a las empresas y no sólo mediante la ejecución de obras y defendió que los presupuestos son "sinceros, rigurosos y serios".