Dos vehículos equipados con un sistema de radares móviles entrarán en servicio en un plazo aproximado de un mes para imponer sanciones a destajo pero especialmente a los coches estacionados en doble fila, carril bus, y carga y descarga. El Ayuntamiento ya está ultimando los preparativos y espera recibir en unos días el material. El concejal de Tráfico destaca que además, "no nos cuestan ni un euro, ya que se han obtenido de una mejora en la adjudicación de una contrata".

El personal de la Policía Local que prestará este servicio de radar móvil ya está prácticamente a punto y en los próximos días se espera recibir las dos unidades de radares, una de ellas con vehículo incluido, por lo que todo apunta a que a mediados de enero podrán empezar a funcionar. Durante varios días trabajarán en periodo de prácticas y de advertencia, pero acto seguido comenzarán a desempeñar su función consistente en barrer las calles de más tráfico de la ciudad, tomar imágenes de todos los vehículos infractores y rellenar los boletines de denuncia, todo ello con una celeridad asombrosa. Es por ello que estos vehículos se les conoce como "multacar" y se acusa de "voracidad recaudatoria" a los Ayuntamientos que los utilizan.

Aunque de fuentes sindicales municipales se ha denunciado que el precio del equipo de radar y del vehículo que lo incorpora supera los cien mil euros, y se ha acusado al Ayuntamiento de dilapidar dinero en esta época de crisis, para incrementar la recaudación al máximo imponiendo multas indiscriminadamente, el concejal de Tráfico rechaza las acusaciones y recalca que a las arcas municipales no les ha costado ni un euro los dos equipos de radares, uno de ellos con vehículo incluido, ya que fueron obtenidos de la mejora que aportó la empresa adjudicataria de la contrata para la señalización vertical y horizontal de las calles de la ciudad.

Sin coste

Juan Seva indica que los dos vehículos que porten los radares para imponer multas serán fácilmente identificables de forma que los conductores queden advertidos de su presencia, por lo que tendrán también un carácter "disuasorio".

El equipamiento exterior consiste en un brazo con rotación de 360 grados, en cuyo extremo se sitúa una cámara de vídeo y otra fotográfica. La cámara de vídeo identifica las matrículas mediante conexión a un ordenador y la fotográfica es la que realiza la imagen de la denuncia y se guarda en el expediente como prueba.

El sistema permite determinar la calle y el número de la misma en la que se encuentra el vehículo infractor mediante GPS. Acto seguido el sistemas procede a la impresión de la multa en el boletín para su inmediata entrega al infractor, archivando todos los datos para su posterior transmisión a un archivo central.

Entre las ciudades que ya cuentan con este sistema sancionador están Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, Murcia y Málaga.