"No nos pueden dar una plaza y después no pagarnos por nuestro trabajo". El drama personal de los profesores nativos de inglés, que no han cobrado de la Generalitat desde que empezó el curso, se ha traslado a las aulas de la provincia de Alicante, porque los profesionales empiezan a plantearse volver a sus respectivos países ante la perspectiva de no recibir su sueldo, dejando colgada la enseñanza del inglés por la que tanto parece apostar el Consell.

"No hay razón alguna para que tarden tanto en pagarnos, entre 700 y 1.400 euros al mes a cada uno. Nosotros el trabajo lo hemos hecho ya, pero empieza a fallarnos la ilusión". Julie Laidlaw procede del Reino Unido. Imparte inglés en uno de los institutos de Alicante como auxiliar de conversación, una entre cerca demedio centenar con su misma situación en la provincia, 80 en la Comunidad según los propios nativos, dato que Educación ni confirma ni desmiente. "Me siento ignorada", lamenta.

"Hemos llamado a Valencia -por la conselleria-. Saben que no cobramos, pero nos dicen que no saben cuándo podrán pagarnos", añade Julie. A su lado, Maureen Ellis, de Estados Unidos, ha tenido que ponerse a trabajar en un hostal como recepcionista para poder seguir con su trabajo de auxiliar de conversación en otro centro de la provincia. "La dirección me ha recriminado. Dice que no puedo trabajar en el hostal si soy profesora ayudante de conversación en el centro, pero yo no tengo quién me ayude, mi familia no está aquí y tengo que comer".

Incumplimientos

La situación en la que el Consell ha dejado a estos profesionales contrasta con el contenido de la "Guía de la Comunidad para los Auxiliares de Conversación", en la que se indica que su presencia en los centros educativos "constituye una extraordinaria oportunidad para el alumnado y para la comunidad educativa en general. Es importante que hablen y que insten a que se hable en su lengua, evitando la utilización de la lengua materna del alumnado, excepto cuando sea imprescindible".

Es el mismo espíritu que impregna el plan de plurilingüismo que la Conselleria de Educación quiere implantar en la generalidad de las aulas públicas de la Comunidad. De hecho, los únicos centros que disponen de profesionales nativos son aquellos que ya experimentan con el bilingüismo, fundamentalmente para "reforzar las destrezas orales del alumnado", asignatura tradicionalmente pendiente y que no tiene visos de prosperar entre nuestros alumnos, desde el momento en que quienes pueden favorecerlo no cobran su sueldo.

Los auxiliares de conversación a los que debe pagar Educación proceden de EE UU, Canadá, Nueva Zelanda, Australia, Reino Unido, Irlanda y Bélgica. La guía especifica que dedican 12 horas semanales a enseñar el inglés.