Eran las 9.30 de la mañana cuando la Policía Nacional y una comisión judicial entraba en una céntrica vivienda de Alicante para ejecutar un desahucio y hallaba al inquilino muerto, en la bañera. Las autoridades han abierto una investigación para aclarar las circunstancias del fallecimiento de este hombre, de unos 40 años y origen argelino, que llevaba muerto varios días en la casa que tenía alquilada en la calle Colón, entre los viales de El Teatro y Gerona.

Los primeros indicios apuntan a que este varón sufrió una muerte natural. No había ninguna evidencia de violencia, aunque deberá ser la autopsia la que aclare las causas del óbito. En cualquier caso no había rastro de intervención de otra persona en el suceso y todo señala a causas naturales.

La víctima, afincada en Alicante desde hacía una década y que había trabajado como traductora en la Comisaría, llevaba meses en el paro, no cobraba ya ninguna prestación por desempleo, padecía leucemia e iba a ser desahuciada por impago reiterado del alquiler a su casero, según explicaron ayer fuentes vecinales y policiales. Se desconoce si esta enfermedad tiene relación con su fallecimiento.

El descubrimiento se produjo sobre las 9.30 horas. Nada más abrir la puerta de la casa ante la ausencia de respuesta del inquilino, los agentes y la comisión judicial notaron un fuerte olor que procedía del baño. Allí hallaron a Y.B. sin vida, dentro de la bañera llena de agua. Por su grado de descomposición llevaba unos días fallecido y estaba muy hinchado por lo que su identificación no fue fácil.

Varios das sin verlo

José, vecino del muerto, explicó ayer, mientras aguardaba a que trasladaran el cadáver, que llevaban días sin verlo pero sí que había luz en la casa, al parecer por el televisor que se había quedado encendido. Este vecino afirmó que la víctima sufría leucemia, destacando que era una "buena persona", que se llevaba muy bien con todos y que nunca había dado problemas.

Vecinos agregaron que tanto ellos como el casero habían intentado ayudarlo en todo lo que habían podido dada su difícil situación, sin empleo, a punto de ser desahuciado y enfermo de leucemia, y no sabían qué había podido pasar.

Las fuentes consultadas no pudieron concretar cuántos meses debía la víctima y su casero, que se personó en la zona y se mostró afectado por el suceso, declinó hacer manifestaciones respecto a lo ocurrido.

Lo que si señalaron los vecinos es que este argelino pasaba por graves problemas económicos, ya que habían visto los requerimientos del juzgado para efectuar el desahucio y llevaba ya mucho tiempo sin encontrar empleo.

Los residentes de este edificio de planta baja más dos alturas, donde hay ocho viviendas, tuvieron que ventilar el inmueble por el fuerte olor que dejó el trágico suceso.

Un tramo de la calle permaneció cortado por la Policía Nacional mientras los agentes y el personal del Instituto de Medicina Legal se hallaban dentro de la casa recabando pruebas y preparando el traslado del cadáver, que se produjo pasado el mediodía.