Existe un submundo, el de los centros penitenciarios, donde gracias al tesón y al empeño de funcionarios e internos es posible que también allí llegue la magia de la Navidad. Cita con la alta costura en el Hospital Psiquiátrico Penitenciario de Fontcalent, gracias al trabajo conjunto de la diseñadora Elena Romanoff, que cedió los modelos desinteresadamente; de Esperanza Jiménez y de las internas del taller de peluquería y estética. Una gala de Navidad en toda regla que contó con la presencia de famosos como Fernando Esteso y una sala abarrotada por un público entregado formado por los internos de los distintos modulos. El acto fue abierto a la prensa, de forma excepcional, con el propósito de ayudarles a ser vistos.

Con estos mimbres la convocatoria apuntaba maneras, así que al carajo ese sentimiento de miedo a entrar a una cárcel y acerté. La fiesta matinal fue algo más que una gala navideña porque entre todos forjaron el mejor regalo del que podían disfrutar: un baño de autoestima. Por muchos motivos, pero, sobre todo, por la actuación altruista de uno de los grandes de la pantalla, Fernando Esteso, aplaudido a rabiar por los internos y que no dejó de firmar autógrafos antes y después de soltarse con una jota y regalarnos su humor. Y por la presencia del grupo "Sabor de Tango", con Óscar Urtiza, Pibe y Malena Sanjo. Ellos hicieron que los internos de los distintos módulos, algunos de ellos sin posibilidad de salir al exterior, se sintieran importantes con su visita.

Pero hubo mucho más, dado que actuaron también los propios internos o mejor "pacientes" como le gusta decir a Demetrio Monterde, al frente de este centro psiquiátrico penitenciario -en España sólo existen dos, y el otro está en Sevilla-, que acoge a 365 condenados y es el único que trata a mujeres. Nadie, incluido el gerente, pudo ocultar la emoción al final de la gala.

Hubo arte por los cuatro costados. Desde el coro del hospital penitenciario "De par en par", creado por Javier Santos e integrado por internos, que recientemente actuó en el ADDA en el marco de las jornadas de la Asociación de Familiares y Enfermos Mentales de Alicante (AFEMA), hasta el baile lírico creado por un paciente del modulo 3 y por Yaiza, monitora de baile. Y como broche de oro, el pase de moda con los diseños de Elena Romanoff que lucieron las pacientes del centro, con vestido de novia incluido, y en el que participaron "modelos" veteranas como Emilia, de 64 años, o las más treintañeras Marisa y Susana. Una auténtica pasarela formada por un total de 10 mujeres, a las que sus propios compañeros apenas reconocieron cuando aparecieron ataviadas con elegantes vestidos, altos tacones, maquillajes de ensueño y con peinados y tocados a la última. Animadas y vitoreadas, acompañadas por la música de villancicos de fondo, todas supieron mantener el contoneo propio del glamour, desfilando guapas, alegres y seguras. Está claro que los días de ensayo y el madrugón de la mañana (las modelos fueron agasajadas con el extra de un donuts en el desayuno) merecieron la pena. Un bonito cuento de Navidad, de lucha y de autoestima.