Nueve horas hicieron falta para designar al jurado que decidirá sobre el futuro de Francisco Camps, ex presidente valenciano, imputado por un delito de cohecho pasivo impropio en la causa de los trajes, uno de los tentáculos del entramado del caso Gürtel. La atención popular no sólo estuvo dentro de los juzgados; la calle robó protagonismo al miembro del PP cuando más de cien protestantes se fueron congregando, esperando la llegada del antiguo jefe del Ejecutivo regional, ataviados con trajes con la etiqueta de 'pagado', mascarillas sanitarias y caretas del movimiento de 'anonymous'.

Dos mujeres y siete hombres juzgarán a Camps y a Ricardo Costa, ex secretario del PPCV y actual diputado en las Cortes Valencianas. Sus suplentes serán un hombre y una mujer. Esto se decidió después de un proceso de selección que comenzó a las 10.15 en el Palacio de Justicia de la capital y terminó nueve horas más tarde. Fue la selección más larga desde la entrada en vigor de la Ley que regula estos procedimientos.

Fuentes de Europa Press explicaron que la sesión se había alargado tanto porque alguna de las partes había realizado numerosas preguntas, más de las habituales en este tipo de procedimientos. Algunas de ellas iban dirigidas a conocer si los precandidatos eran partidarios del aborto y a saber qué opinión tenían de los matrimonios homosexuales.

Los elegidos realizan este martes juramento o promesa para actuar como jurado. Después comienza el juicio, con las lecturas de las calificaciones provisionales del fiscal, de la acusación particular (PSPV) y de las defensas. Al término de estas disposiciones comienzan las declaraciones de los acusados.

LA CALLE ROBA EL PROTAGONISMO AL 'POPULAR'

La calle robó el protagonismo este lunes a Camps. Trajes con la etiqueta de 'pagado', personas cubiertas con mascarillas sanitarias y caretas del movimiento de 'anonymous' esperaban desde primera hora de la mañana -algunas, desde las 06.00 horas- al ex presidente de la Generalitat a las puertas del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV).

Más de medio centenar de personas se concentraba detrás de una pancarta que rezaba: 'No a la corrupció, Camps dimissió' ('no a la corrupción, Camps dimisión'). Otras consignas se podían leer en carteles de menor tamaño: 'Camps culpable devuelve la pasta', 'Adiós presidente adiós', 'Inocente=mentira, falta Fabra' y caricaturas del ex mandatario vestido de presidiario como 'El niño del traje a rayas'.

Alrededor de las 09.15 horas, la Policía Nacional identificó a alrededor de 30 de las personas congregadas y éstas se defendieron al grito de "ciudadanos libres". Los agentes explicaron a Europa Press que el motivo de la acción fue que los ciudadanos llevaban bolsas de plástico y que no sabían qué llevaban dentro.

Cinco minutos más tarde, Camps llegaba a la sede de su juicio por un delito de cohecho pasivo impropio. Lo hizo en coche, acompañado por Javier Boix, su abogado, y saludando a algunos diputados y miembros del PP valenciano que lo esperaban con su mujer, Isabel Bas, que había llegado algo antes.

Entre los 'populares' se encontraban María José García Herrero, miembro del Parlamento, Trini Miró, ex consejera de Cultura, Alejandro Font de Mora, su antiguo homólogo en Educación, y Consuelo Císcar, directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).

El imputado también recibió apoyo ciudadano. No todo el mundo acudió al TSJCV para abuchearle, también hubo respaldo, en la acera contraria a la de los manifestantes. Una mujer de 58 años explicó a Europa Press que vio al 'popular' "perfecto, como él es, tranquilo, porque no tiene nada que ocultar". Otra valenciana, militante del PP, afirmó que acudía para animar al enjuiciado.

"Queremos darle todo nuestro apoyo, nuestro cariño. Sabemos que todo lo que han contado es mentira y que le han preparado una trama muy grande", agregó esta mujer. "Le queremos y le damos todo nuestro apoyo", sentenció. El 'furor' llegó hasta tal punto que el tema se convirtió en 'trending topic' de Twitter.

DEFENSA DE LOS SUYOS

Los dirigentes valencianos salieron en defensa de los suyos. El primero de ellos, Alberto Fabra, presidente de la Generalitat, que hizo público que confía en que su predecesor sea "absuelto" porque es "amigo y compañero de partido". Rita Barberá, alcaldesa de Valencia, afirmó que no ha dudado de la inocencia de Camps "desde que comenzó esta barbaridad".

La primera edil "siempre" ha creído en que su "amigo" es inocente y, según afirmó, cree que, con el juicio, "empieza el final". Del imputado dijo que lo notaba "muy íntegro y muy tranquilo", a pesar de que "está sufriendo, como es natural", ya que lleva dos años inmerso en el proceso.

Jorge Alarte, secretario general del PSPV, no recibió de buena gana las palabras del presidente de su Comunidad y respondió con un comunicado en el que preguntó a Fabra "si también considerará amigos suyos al resto de los imputados del procedimiento judicial que estudiará la presunta financiación irregular del PPCV".

"Fabra ha de esclarecer lo ocurrido en la Radio Televisión Pública, Canal 9, además de averiguar dónde están los 30 millones de euros, que se esconden tras los trajes, y que se gastaron en contratos públicos de la trama Gürtel". "Queremos saber qué se hizo, por qué se firmaron estos contratos y en qué condiciones", sentenció.