Más de medio millón de pacientes de la provincia de Alicante son atendidos ya en los tres hospitales públicos de gestión privada que funcionan en Dénia, Torrevieja y Elche. Un modelo sanitario mixto, bajo el paraguas de la gestora Ribera Salud (formada por Bancaixa y CAM), que puso en marcha el Partido Popular en 1999 y que desde entonces ha sido el que ha marcado la construcción de los nuevos centros sanitarios y de Atención Primaria en la Comunidad y en otras autonomías, como Madrid y próximamente en Castilla-La Mancha. En el conjunto de la Comunidad cinco hospitales comarcales y más de un centenar de centros de salud funcionan con este modelo de gestión. Sin embargo, la situación de crisis de las cajas de ahorro valencianas tras la fusión con Caja Madrid (Bankia) y la intervención de la CAM han derivado en la venta de Ribera Salud, dejando a la Conselleria de Sanidad sin el control que ejercía sobre este modelo sanitario a través de los consejos de administración de las cajas.

La más que probable compra de las acciones de las entidades valencianas por parte de Capio Sanidad, un grupo sueco controlado por el fondo de capital riesgo CVC Capital Partners, deja un futuro incierto sobre la atención sanitaria pública de un millón de personas en Alicante, Castellón y Valencia. "Aunque la cartera de servicios de estos centros sanitarios la marca la Conselleria de Sanidad, el resto de decisiones de gestión de estos hospitales dependerá a partir de ahora de los vaivenes de los mercados financieros en los que se mueven las empresas que están a su frente", señala Salvador Roig, secretario de Comunicación del sindicato CC OO. Decisiones que pasan, por ejemplo, "por la compra de tecnología, equipamiento o el arreglo de los centros de salud, con el riesgo que supone para los ciudadanos que prevalezca una gestión más económica y menos clínica". Además, la adquisición de las acciones de las entidades bancarias no parece que vaya a ser tranquila. Y es que el fondo de capital riesgo Atitlán (vinculado a Mercadona), que también opta a quedarse con Ribera Salud, estudia la creación de otra firma para competir con ésta si finalmente no la compra. "Al final puede ocurrir que diferentes empresas enfrentadas convivan con Capio, en clara competencia de interés de sus accionistas, pasando a ser la sanidad pública una mercancía y no un derecho", señala Roig. El responsable de comunicación recuerda además la grave situación económica por la que atraviesa en estos momentos el hospital de Dénia "debido a los impagos del Consell". Para el portavoz de Sanidad del PSPV, Ignacio Subías, la situación es muy grave. "A partir de ahora, lo único que va a controlar Sanidad es que se dé asistencia a los pacientes. Al margen de eso, las áreas de salud de gestión privada pueden tener la planificación y la tecnología que ellas deseen". Subías recuerda que actualmente "estos hospitales no desarrollan investigación y no asumen servicios, como el de trasplantes, cuyo coste es elevadísimo".

Sanidad desembolsa cada año más de 260 millones de euros sólo en la asistencia directa de los pacientes de los hospitales de Dénia, Torrevieja y Elche que atienden a 520.167 personas.