"La celebración de la misa en la calle está muy bien un día al año. La Virgen se merece esto y mucho más. Ha sido precioso". María del Carmen García Balaguer bajaba de la Plaza, al término de la eucaristía, emocionada, tras cantar junto a otro medio millar de vecinos el Himno de la Inmaculada, la patrona del barrio El Pla.

Mientras se celebraba la misa, numerosos niños se deslizaban por el tobogán en el extremo contrario de la plaza, pero su algarabía no interrumpía ni interceptaba la alocución del párroco, Juan Bautista Llinares, a quien preocupaba que se hubieran oído bien sus palabras "porque requiere mucho esfuerzo sacar la misa a la calle, de ahí que durante los últimos años se hubiera abandonado una tradición que hemos retomado hoy por la demanda de los feligreses", explicó después.

El presidente de la Hoguera Sagrada Familia, Carlos Gosálvez, alababa la implicación del párroco a la hora de retomar esta tradición "porque viene mucha más gente a la misa en la calle, la parroquia es pequeña y ha salido un día estupendo". Junto a Gosálvez, los también presidentes, belleas, damas y foguerers de Portuarios, Pla Metal y Pla Bon Repos, además de la barraca "Darrere de l'ultim no ve ningu" y la Asociación de vecinos, con su presidente, Basilio, a la cabeza, han sumado fuerzas para organizar todos los actos conmemorativos de la patrona, de cara a la celebración, dentro de dos años, de las bodas de oro o los 50 años desde que se puso la primera piedra de la parroquia.

Alcaldesa y damas tras la Virgen

La alcaldesa, Sonia Castedo, que habitualmente envía a un representante municipal, procesionó esta vez, aunque a la hora de la misa la sustituyó la edil Sonia Alegría. La Federació de Hogueras también envió a una de las damas del Foc y la Junta de Semana Santa a su presidente. "El ambiente que sembramos depende de nosotros, concluía el párroco. Desterremos la tristeza y la desesperación por la alegría y la esperanza".