Cuarenta y cinco mujeres han perdido ya la vida este año en España a manos de sus compañeros sentimentales. Cuarenta y cinco dramas con nombre y apellidos. La lacra de la violencia machista sigue creciendo mes a mes y amenaza con alcanzar límites insólitos. Pero, por desgracia, los adultos no son los únicos que parecen no haberse concienciado todavía de que la igualdad y la libertad de elección son dos derechos básicos en el ser humano. Los episodios violentos de menores son también una realidad que se consolida con el paso de los años.

Sólo hay que echar un vistazo a la Memoria de la Fiscalía General del Estado para cerciorarse de ello. Durante 2010, los tribunales de la provincia juzgaron ni más ni menos que a 368 jóvenes por casos de violencia doméstica. Es decir, por agredir a sus padres o hermanos de manera verbal o física. Los juzgados alicantinos ya registran una media de un caso diario, un guarismo impensable hace apenas una década. Desde entonces, la Fiscalía ha venido constatando aumentos progresivos en sus memorias anuales. Hasta ahora, que se ha alcanzado el cénit con los 368 casos.

Esta cifra sitúa a Alicante en la cúspide nacional del maltrato a los progenitores. Sólo Valencia, con 548 episodios contabilizados, se sitúa por encima. Lejos quedan la Comunidad de Madrid (346) o Cataluña (220).

La evolución de los datos no ha pillado por sorpresa a la Audiencia Provincial de Alicante. Su presidente, Vicente Magro, recordó ayer que desde 2008 se han venido impulsando programas pioneros para tratar de reducir las agresiones de menores. El primero fue un protocolo que permitió constituir de forma estable un foro de reflexión. Un grupo de expertos se fue reuniendo periódicamente con alumnos de colegios e institutos para intentar concienciarles sobre la lacra de la violencia doméstica y de género.

Esos encuentros sirvieron para que la Audiencia detectara también que esta última, la referente a las agresiones a la pareja, podía ir en aumento. "Muchos menores de entre 14 y 16 años consideraban que dar un empujón a su novia podía ser una forma de expresión y de exaltación del hombre. No sabían que darle un golpe es un delito", explicó ayer Magro. La Audiencia no se equivocó. Aunque de momento, las agresiones a la pareja no se aproximan, ni de lejos, a los episodios violentos contra los padres. En 2010, los juzgados de la provincia contabilizaron 19 casos de violencia de género con un menor como agresor. La provincia de Valencia (64), Cataluña (61) y Madrid (55) superan con creces a Alicante.

Reeducación

El titular de la Audiencia, con todo, calificó ayer de "preocupantes" los índices de violencia que se están registrando entre los menores. Y para reducirlos, el magistrado entiende que la mejor receta es la reeducación y la prevención. "Son fundamentales y sólo con ellas conseguiremos resultados", advierte. Esa convicción ha propiciado que la Audiencia haya iniciado este mes un programa preventivo bautizado como Preventia que permitirá detectar conductas agresivas y evitar hechos violentos en la escuela o en el ámbito familiar.

80 agresiones sexuales y 497 robos con fuerza

Los datos sobre violencia doméstica y de género no son los únicos preocupantes de la Memoria de la Fiscalía. Los menores de la provincia también han cometido toda una serie de delitos o faltas que les llevaron a los tribunales durante 2010. Un total de 80 fueron juzgados por agresiones sexuales; 35 por abusos; 1.312 por lesiones; 497 por robos con fuerza; 347 por robos con violencia o intimidación; 72 por conducción temeraria; 63 por daños contra la salud pública y dos por homicidios o asesinatos.