¿Se le ha pasado el disgusto que le ha provocado Ryanair con la cancelación de destinos y los pleitos judiciales?

No estoy disgustado, ni mucho menos. Estamos a punto de cerrar un año en el que hemos inaugurado una gran instalación con un gran éxito y no ha habido ninguna incidencia operativa reseñable. Terminaremos 2011 con un crecimiento superior al 6% marcando el récord anual de pasajeros, la cuenta de resultados sigue siendo positiva a pesar de la amortización de toda la inversión realizada y todo ello teniendo en cuenta el contexto económico en el que nos movemos. Como podrá comprender, estoy contento y mucho, y orgulloso de todo el esfuerzo realizado por todo el personal involucrado en esta puesta en marcha de un gran aeropuerto.

¿El conflicto con Ryanair daña la imagen del aeropuerto?

No hablaría de conflicto porque a mi entender no lo hay. Ryanair, como cualquier empresa, tiene su estrategia empresarial y la reducción de vuelos que ha realizado esta temporada de invierno no es achacable al uso de las pasarelas, sino a una reducción generalizada que ha tenido que hacer debido al contexto económico que tenemos y que le ha llevado a dejar más de 80 aviones en tierra. La reducción es similar a la que ha hecho en otros aeropuertos españoles. Hay que comparar siempre temporada de invierno con temporada de invierno y verano con verano. El invierno pasado tenía cinco aviones en base y ahora tiene dos. Y la reducción de destinos han sido siete.

¿Qué piensa cuando la compañía señala que si se le permite embarcar el 50% de sus vuelos a pie, por qué no todos?

Ante todo prima la seguridad operacional y la seguridad de los pasajeros. Se realizó un análisis de riesgos, tras el cual se vio que la única forma segura de hacer el embarque y desembarque a pie era dejar libre la posición del lado izquierdo del avión. Ello es posible en invierno porque disminuye mucho el tráfico pero no en verano. De hecho, Ryanair no retira aviones por las pasarelas, y este mes ha podido embarcar a pie el 66% de sus vuelos. Los tiempos de escala han sido similares a cuando usan las pasarelas. Solamente en un 6% de ellas lo han realizado por debajo de 35 minutos.

¿Cree que los pasajeros entienden la polémica cuando se quedan sin poder viajar, por ejemplo, a Zaragoza?

Los pasajeros no son técnicos en la materia ni disponen de toda la información para evaluar este asunto. Les llega lo que les llega, aunque sí valoran la comodidad que dan las pasarelas.

Hay pasajeros que se creen a la compañía y vinculan la retirada de vuelos con el conflicto.

Lo que sí que entiendo perfectamente es que al usuario de una línea le moleste que se la quiten y quiera que se la vuelvan a poner, independientemente de las razones que han llevado a quitarla. En este sentido, me gustaría dejar claro que el aeropuerto pone todas las facilidades a su alcance para tener el mayor número posible de rutas. Otra cosa muy distinta es que a una compañía no le sea rentable una ruta por motivos ajenos al aeropuerto y decida quitarla.

Ciudad Real, Huesca, Lérida, Castellón, Murcia... ¿se puede permitir un país tener un aeropuerto en cada provincia?

Las razones por las que han ido surgiendo cada uno de los aeropuertos son muy distintas, por lo que no me voy a meter a juzgar los motivos que llevaron a empezarlos. Además, salvo el de Huesca, todos han sido promovidos por capital privado o por comunidades autónomas. Un aeropuerto, en términos empresariales, no deja de ser un proyecto más y como tal, unos sobreviven y triunfan y otros mueren.

Usted es ingeniero aeronáutico. ¿Recomendaría estos estudios a los chavales que el año que viene iniciarán a la Universidad?

Yo les recomendaría que estudien aquello que les guste. Dedicamos mucho tiempo de nuestra vida al trabajo, y por ello es fundamental que hagamos aquello que nos gusta dentro de lo posible. Si sirve de anécdota, el mayor de mis sobrinos está a punto de acabar la carrera de Ingeniería Aeronáutica, pero no creo que al paso que va no acabe trabajando en aeropuertos. Está estudiando la rama de aeronaves y motores, y va a comenzar una beca en Airbus con lo que se encamina por otro lado. Él no me preguntó por el asunto cuando fue a empezar los estudios, si bien he de decir que me alegré de su decisión.

¿Qué les diría a aquellos que consideran que el aeropuerto está ahora sobredimensionado?

No me cansaré de repetir que una infraestructura de este tipo se realiza para el medio plazo, nunca para el corto. El aeropuerto no puede ser un limitador de la demanda, sino que siempre ha de tener capacidad sobrante y como ejemplo tenemos lo que sucedió en el aeropuerto de Palma de Mallorca. Cuando se inauguró en el año 1997 el terminal actual, Palma tenía unos 14 millones de pasajeros y también hubo gente que dijo que aquello estaba muy sobredimensionado. Pues bien, 14 años después tienen 23 millones, lo cual hubiera sido imposible con una instalación más reducida.

¿Tiene Aena algún plan para volver a abrir las terminales 1 y 2 o seguirán cerradas?

El año que viene se dará uso a la sala de llegadas de la T-2. Se va a remodelar y utilizar para la Aviación General y Ejecutiva. En cuanto a la planta de embarques de T-1 y T-2, se remodelarán y abrirán conectándolas con el extremo del dique de la nueva terminal cuando la demanda lo requiera

¿Las compañías aéreas de bajo coste en el sector pueden pasar factura a los aeropuertos?

No, ¿qué diferencia hay? Son unas compañías más. De hecho han ayudado a que el tráfico aéreo se popularice y se haya visto incrementado gracias al abaratamiento de los billetes.

Existen movimientos empresariales en Alicante para crear una compañía aérea de vuelos regionales. ¿Ve factible la idea en el marco económico actual?

¿Compañía alicantina? Siempre que haya demanda suficiente será factible. Me imagino que habrán hecho un estudio del mercado y habrán visto viabilidad al mismo.

¿Cuál es su valoración de cómo ha recibido el sector aeronáutico la nueva terminal?

Muy positiva. El resultado de las encuestas así nos lo dicen. La valoración ha sido la más alta recibida en su historia. El aeropuerto ha resistido la crisis de una manera excepcional, lo que demuestra la fuerza que tiene como destino toda su área de influencia. A medida que el contexto económico mejore también lo hará el transporte aéreo, y el número de rutas aumentará. El aeropuerto es un punto fuerte con el que cuenta la provincia para crecer y del que todos los alicantinos y alicantinas pueden estar muy orgullosos.