Las guerras entre grupos organizados por el control de la prostitución callejera en la ciudad llegaron ayer al banquillo de la Audiencia Provincial. La Sección Décima juzgaba ayer a una banda de nacionalidad rumana a los que se les imputan los delitos de asociación ilícita, amenazas y lesiones por sus presuntos intentos para expulsar de las avenidas de Dénia y de Elche a otros grupos de lituanas que ejercían la prostitución en la carretera. Fuentes cercanas al caso precisaron que paralelamente otro juzgado investiga otra denuncia en la que los amenazados fueron el grupo de rumanos y los lituanos los denunciados.

En la causa juzgada ayer se sentaban en el banquillo cinco acusados para los que se piden penas que van entre los doce y los cuatro años de prisión. Entre ellos está el presunto cerebro de la red, sus guardaespaldas y una de las prostitutas de la banda. Todos ellos se negaron ayer a declarar y sólo quisieron responder a las preguntas de su abogado. Los acusados negaron pertenecer a una banda organizada, ni fueron a visitar a las prostitutas para amenazarlas y alguno llegó a manifestar que ni siquiera se encontraba en España cuando ocurrieron los hechos.

Según el escrito de acusación, las amenazas se venían produciendo desde el año 2006, aunque fue entre los meses de junio y octubre cuando ocurrieron los incidentes más graves. Mujeres lituanas que ejercían la prostitución en la carretera denunciaron que recibían visitas de los acusados en las que recibían amenazas como "si yo voy a la cárcel quedan más personas que podrían matarte y nunca encontrarían tu cadáver"; "si queréis trabajar aquí tendréis que pagar cada una de vosotras cincuenta euros al día". Los acusados les decían que esa zona era suya y que si querían trabajar allí tenían que marcharse.

El 7 de octubre el novio de una de las mujeres supuestamente amenazadas sufrió una paliza en la puerta de su casa, después de que sus agresores le rociaran con spray paralizante y le efectuaran tres descargas con una pistola eléctrica. El juicio continuará hoy con la declaración de una de las prostitutas amenazadas. Las otras dos denunciantes no han podido ser localizadas y hay dudas de que se puedan utilizar las declaraciones que ellas hicieron en Comisaría y en el juzgado, ya que en ese momento no se encontraba ninguno de los abogados de los acusados y por tanto no serían válidas.