Apenas veinticuatro horas después de la apertura de un nuevo curso en las Escuelas de idiomas y en las aulas de Formación Profesional, la Conselleria de Educación se ha visto obligada a buscar fórmulas para dar satisfacción a una demanda que en la provincia deja alrededor de 10.000 estudiantes sin plaza para aprender idiomas y a otros 3.000 sin el ciclo deseado de formación profesional.

"Se abrirán periodos extraordinarios -de matrícula- porque creemos que todavía hay posibilidad de acceder a estas enseñanzas", aseguró ayer el conseller de Educación, José Císcar, tras constatar que "los jóvenes se están concienciando de que tienen que estar formados, de que necesitan algún tipo de titulación para acceder al mercado laboral".

Este cuso la demanda ha acabado por desbordar las máximas previsiones de la conselleria, porque incluso ha superado con creces la ya sobre pasada del curso anterior.

"Vamos a crear extensiones de las Escuelas Oficiales de Idiomas en distintas localidades, vamos a utilizar los aularios de los institutos que queden libres por las tardes y vamos a ir implementando en nuestro sistema, poco a poco, distintas medidas que racionalicen pero ofrezcan las mismas oportunidades", reiteró ayer Císcar tras anunciarlo el domingo como recogió este diario. Preguntado sobre la Escuela Oficial de Idiomas de Alicante, con extensiones ya en San Vicente, Villena y San Juan, el conseller afirmó que abrirá nuevas aulas en institutos de la ciudad que estén libres por las tardes. Respecto a la necesidad de profesorado que esta medida implica, el titular de Educación subrayó que "siempre resultará menos costoso que un nuevo edificio. Vamos a optimizar en lo posible los recursos de que disponemos".

Para una oferta de 6.500 plazas en la enseñanza de idiomas, el centro oficial de Alicante ha tenido una demanda que casi ha triplicado las plazas existentes, con 16.500 solicitudes. En los ciclos de Formación Profesional, y a pesar de que desde que empezó el mes de septiembre se han aumentado en la provincia 17 de los ciclos formativos y alrededor de 200 plazas, también se quedan fuera del sistema educativo aproximadamente 3.000 personas, que no han logrado ninguna de las plazas.

El conseller no concretó ni el plazo ni el número de aulas que tiene intención de abrir en la provincia, pero insistió en que se puede llevar a cabo esta medida con el profesorado adecuado.

Sin merma de la calidad

El titular de Educación admite que la presión de la demanda de los estudios de idiomas y de formación profesional ha "desbordado" cualquier previsión y afirma que el curso que viene "vamos a trabajar para dar cabida al máximo número de alumnos".

Las "disfunciones" del progresivo incremento de alumnado -el curso pasado la matrícula de FP subió un 7% y este curso hasta un 11%- es valorado por Císcar como un "reto que se va a ir corrigiendo poco a poco". Sostiene que el sistema global de políticas sociales "es una prioridad para el Consell", y que por este motivo, pese a las dificultades económicas que atraviesa el Gobierno Valenciano, van a "mantenerlas sin que tenga por qué verse resentida la calidad" de los servicios que se están prestando en la enseñanza.