La homologación de las carreras universitarias a los estudios europeos ha dejado colgados a los ingenieros técnicos con respecto a sus compañeros en el resto de Europa. Esta es la denuncia que presentan conjuntamente los presidentes y decanos de cinco especialidades técnicas: Industriales, Agrícola, Minas, Obras Públicas y Telecomunicaciones, que agrupan a un total de 6.000 profesionales en la provincia y para quienes el Gobierno no ha arbitrado una solución todavía.

La vía que en principio debería conducirles a la homologación de sus respectivas titulaciones con el grado universitario en Ingeniería no se la pueden proporcionar las universidades porque, según lamentan los decanos de los cinco colegios oficiales en el manifiesto que han firmado, "a fecha de hoy las universidades públicas no pueden satisfacer ni el 5% de la demanda existente para realizar pasarelas, entre otras cosas por la complejidad de las mismas y por los numerosos recursos que tienen que destinar a estos menesteres".

Mercadeo de cursos

A este respecto, los ingenieros técnicos advierten de que se debería evitar "el mercadeo que conlleva la instauración de cursos puente, en los que se valora de manera dispar la experiencia profesional". Los decanos que se pronuncian, Antonio Martínez-Canales, Miguel Valdés, Pedro Antonio Pantoja, Jesús Antonio Domínguez y Juan Alix, quieren que los estudios se homologuen directamente al grado porque sienten un "fuerte agravio comparativo con el resto de profesionales europeos".

Sus homólogos en el resto de países de la Unión Europea pueden hacer uso de la libre circulación laboral que establece la Directiva Europea de Servicios mientras ellos se ven "discriminados" y "abandonados" a consecuencia del "importante vacío legal".

Para colmo de males, según añaden estos profesionales, los titulados de otros países sí que pueden homologar sus estudios y títulos sin hacer ningún examen, con lo que aumentan sus posibilidades de empleabilidad cuando aquí se les excluye, incluso, de las oposiciones. Para solventar la problemática demandan el reconocimiento de su experiencia profesional y unas prácticas, como en Alemania.