Una tromba de agua que dejó cincuenta litros por metro cuadrado sobre Alicante en tan sólo una hora, entre las 8.30 y las 9.30 horas de ayer, volvió a dejar en evidencia las deficiencias del plan antirriadas que se ejecutó en la Playa de San Juan, que sigue sin estaciones de bombeo para impulsar el agua al mar y sin un colector de gran capacidad por debajo de la avenida de Bruselas. Arteria que se inunda cada vez que cae una tormenta de gran intensidad, como la de ayer.

En concreto, sobre esta avenida cayeron 25 litros por metro cuadrado en tan sólo veinte minutos, convirtiendo la calle en un lago, atrapando varios vehículos y provocando inundaciones en varios locales de la próxima avenida de la Costa Blanca, algunos abiertos todo el año como un establecimiento de Prensa y golosinas y una oficina de loterías. Material arruinado y un fuerte olor a aguas fecales arruinó la primera jornada de la semana.

La avenida de Bruselas se inunda y seguirá inundándose mientras no se construya un gran colector como sí se hizo en las avenida de Holanda y Países Escandinavos. A la cicatería del plan antirriadas en la zona se une, por otro lado, el que los imbornales de la red de alcantarillado no tienen capacidad para absorber trombas fuertes concentradas en un corto espacio de tiempo, según explicó Jorge Olcina, geógrafo y responsable del Laboratorio de Climatología de la Universidad.

La tormenta que sacudió a primera hora de ayer buena parte de la provincia (1.427 estudiantes se quedaron sin clase en Albatera y Redován y cientos vieron seriamente complicada su asistencia en la ciudad de Alicante ) fue producto de una gota fría que se formó el domingo sobre la provincia y que mantiene la alerta por lluvias hasta mañana miércoles, aunque no se espera que hoy se produzcan precipitaciones tan intensas como las de ayer. Una situación anómala en noviembre pero que se produjo debido a que el riesgo se ha prolongado este año en la provincia por los calores de octubre.

Los problemas en la Playa de San Juan no son nuevos. En las urbanizaciones pegadas al campo de golf se han solucionado con la entrada en servicio de un colector nuevo en agosto, pero sigue sin resolverse la situación que provocan los embolsamientos de agua en el área más cercana a la primera línea del mar, donde a la orografía de la zona se une el que allí van a parar todos los caudales pluviales que se generan en el interior de l´Alacantí (Sant Joan y Mutxamel). El sistema se colapsa al no contar con estaciones de bombeo y por los efectos propios de los temporales reforzados con viento de levante. Provocan que el mar actúe como una barrera natural que impide el desagüe ágil de la aguas.

El barranco de la Albufereta sí funcionó perfectamente y condujo el torrente al mar machacando temporalmente la zona central de la playa. El resto de los colectores que rodean de la ciudad también canalizaron la riada evitando inundaciones en el casco urbano. Tampoco hubo problemas en el Barranco de las Ovejas, pese a estar en plena fase de obras, que se paralizaron de manera preventiva.

Los bomberos realizaron treinta salidas y la Policía Local puso en marcha un dispositivo de tráfico para controlar las principales zonas afectadas por el agua. Entre ellas, las avenidas de la Costa Blanca, Gastón Castelló, Barítono Paco Latorre, Holanda, Bruselas, Beato Diego de Cádiz, Camino de Benimagrell, Antonio Ramos Carratalá y Camino de la Costa. Además en la zona de la Albufereta se activó un operativo para regular el tráfico porque los semáforos no funcionaban, sobre todo para regular el paso del tranvía.

Un rayo destroza la buhardilla de una casa en el Cabo de las Huertas

Un rayo causó ayer importantes daños en la buhardilla de un adosado del Cabo de las Huertas de Alicante, tanto en la cubierta de la torreta como en su interior. El suceso ocurrió minutos antes de las 9 horas en una urbanización del Camino del Faro, cayendo cascotes en un amplio radio de esta zona, aunque sin causar daños personales ni incendio alguno. En la casa no había nadie y también cayó otro rayo en un obra sin consecuencias. Luis García, un vecino de la zona, explicó que "he escuchado un petardazo enorme y un gran resplandor". Miguel Francisco, portero de la urbanización, estaba trabajando cuando "ha habido un estruendo impresionante y se ha cargado el torreón, el techo y la escayola de dentro. Ha sido un buen susto". Los bomberos sanearon la cubierta y también acudió el dueño. Además, el rayo causó un apagón en la zona debido a que la red tiene un sistema de autoprotección en estos casos, recuperándose la luz a las tres horas. J. A. R.