Alberto Fabra, presidente de la Generalitat, ha cambiado de planes. La gran victoria del PP en la Comunidad consolida su liderazgo después de relevar hace cuatro meses al dimitido Francisco Camps como titular del Consell. Pero, sin embargo, la llegada de Mariano Rajoy a La Moncloa con una amplia mayoría absoluta y la decisión del PP de iniciar su periodo de congresos ha terminado por variar la hoja de ruta que el propio Fabra se había trazado inicialmente para, de alguna manera, ajustar el Consell con una remodelación después de los comicios del 20-N. En Génova, a sabiendas de que aguardan unos meses muy complicados, piden "prudencia" y evitar decisiones que puedan generar conflictos.

Pasada la reválida del 20-N con el histórico resultado del PP valenciano, la victoria en el 95% de los municipios y en la totalidad de las poblaciones de más de 10.000 habitantes, los populares han optado por poner en marcha su calendario de congresos para, en el caso de Madrid, reforzar una organización que, casi en exclusiva, estará dedicada a la actividad institucional. Y, en el de la Comunidad, para terminar de certificar el poder de Alberto Fabra como máximo dirigente regional del PP. Cabe recordar que, en su momento, la cúpula nacional popular impuso como relevo de Camps a Fabra, cuyo ascenso fue validado por "vía digital" desde Génova sin pasar por un congreso.

El resultado del pasado domingo cierra la puerta por completo a la posibilidad de que Francisco Camps, pendiente aún del juicio por los trajes de Gürtel, pudiera volver a tener un importante papel de la Comunidad, aspiración que, en privado, albergaban algunos notables del campismo. Casi nadie se acuerda ya de Camps en el PPCV. Alberto Fabra es el líder indiscutible. El proceso de congresos, tal y como acordó ayer el comité ejecutivo nacional del PP, arrancará el 17, 18 y 19 de febrero con el cónclave nacional que aclamará a Rajoy tras su victoria del pasado domingo. Y, a partir de esa fecha, se desarrollará el resto del proceso interno del PP, aunque todavía sin concretar. En principio, a continuación, se celebraría el congreso regional del PP -podría convocarse para el mes de junio- en el que está previsto que Alberto Fabra modele una ejecutiva a su medida -la actual es la que heredó de Francisco Camps- con cargos de su plena confianza.

Para entonces, con ese proceso completado y con el núcleo orgánico del PP ya estabilizado, el presidente de la Generalitat podría afrontar una remodelación en el Consell, cuya estructura actual también fue diseñada por Camps tras los comicios municipales y autonómicos del pasado 22 de mayo. Sólo una cosa podría volver a variar los planes del jefe del Consell: los movimientos que Rajoy adopte para conformar el Gobierno. En círculos populares, de hecho, se apunta el nombre del conseller de Economía, Enrique Verdeguer, como uno de los que podría ocupar un puesto en el nuevo equipo económico de Rajoy. En ese caso, todo el proceso se adelantaría.

Y, finalmente, para los últimos meses de 2012 se tendrían que articular todos los preparativos del congreso provincial del PP, en el que Alberto Fabra apuesta por un consenso entre las familias de los populares alicantinos con el objetivo de pacificar, de forma definitiva, la organización en la provincia. Varios nombres hay encima de la mesa. Desde la diputada Macarena Montesinos -coordinadora de la última campaña electoral- hasta la alcaldesa de Elche, Mercedes Alonso, pasando por Adela Pedrosa, primera edil de Elda, y, sobre todo, por Luisa Pastor, presidenta de la Diputación y la dirigente que, a día de hoy, cuenta con más opciones de hacerse con las riendas de la dirección provincial del PP. Es la alternativa que, en estos momentos, puede generar menos contestación. Está en el sitio correcto -la corporación provincial- y en el momento adecuado. Sería un mandato de transición sin aspiraciones de futuro que no levantaría recelos. De esa manera, Alberto Fabra ganaría tiempo para acabar de controlar el PP de Alicante y conformar un liderazgo más estable dentro de unos años.

Con este decorado, el titular del Consell participó ayer por la tarde en la reunión de la comisión ejecutiva nacional del PP. El resultado electoral de la Comunidad le sitúa en una posición preferente entre la nueva hornada de barones territoriales del PP junto al gallego Alberto Núñez Feijóo y el balear José Ramón Bauzá. La organización regional de los populares está en la cabeza -la tercera posición- en su aportación al zurrón de votos que otorgó a Mariano Rajoy la mayor victoria electoral en la historia del PP. La única piedra en el camino que, durante los próximos meses, se puede encontrar el presidente de la Generalitat es el obligado cambio de discurso que tendrá que abordar Fabra. Hasta ahora, de hecho, todo era culpa de Zapatero. Lo que ocurría en la Comunidad, el PP lo achacaba al aún presidente del Gobierno. Tendrán que buscar otra diana. Será difícil. Ahora, los populares lo gobiernan todo.

"Contribuimos a la victoria con el mejor resultado de la historia"

Durante su participación en el comité ejecutivo del PP, Alberto Fabra aseguró que "hemos contribuido a la victoria de Rajoy de la mejor forma que sabíamos: ofreciendo los mejores resultados de la historia de la Comunidad". "Son unos grandísimos resultados que, aunque esperados, evidencian la necesidad de toda la sociedad de ofrecer un cambio", subrayó."Hemos ganado en todas las comarcas", subrayó Fabra antes de asegurar que, una vez más el PP de la Comunidad Valenciana, ha ofrecido "lo mejor de sí mismo, nuestra mayor y mejor contribución al Partido Popular".