En horas laborables es médico residente en el servicio de Anestesia del Hospital de Sant Joan. Pero en su tiempo libre, José Luis Salas da rienda suelta a su creatividad tocando la guitarra y haciendo los coros en un grupo de rock. Y es que, en su opinión, aficiones como la música son una válvula de escape para una profesión tan exigente como la medicina.

¿De dónde le viene esta afición por la música?

Es una afición que me viene de siempre, llevo muchos años tocando la guitarra. Durante la carrera me metí en la Tuna de Medicina, pero al terminar la facultad cada uno se fue por su lado. Actualmente, con unos amigos, tenemos un grupo que se llama Rockandbolescos, donde yo toco la guitarra y hago coros. Hemos tocado de teloneros para otros grupos y hemos dado nuestros propios conciertos en bares de Alicante. Uno de los integrantes del grupo se está metiendo más en la producción musical y ya hemos grabado alguna cosa, aunque no hay nada maquetado ni a la venta.

¿Tiene un médico realmente tiempo para dedicarse a la música?

Saco tiempo donde puedo porque es verdaderamente difícil compaginar la consulta, los turnos, las guardias... con una afición. Además, el resto de integrantes del grupo son abogados, economistas, así que compaginar los turnos de cinco personas al mismo tiempo es verdaderamente complicado.

¿Y por qué la música y no otra afición menos exigente como ir al gimnasio?

La música, igual que otras actividades creativas, son una vía de escape para un médico. Conozco muchos compañeros en el hospital que pintan, estudian historia, hacen submarinismo... Ten en cuenta que nuestro trabajo nos gusta, pero nos absorbe mucho y necesitamos hacer otras cosas durante el día. Son aficiones que te llevan casi al extremo profesional.

¿Se ha planteado alguna vez vivir de la música?

Dejar un trabajo estable como el de medicina por la música es hoy en día muy complicado, casi una locura. Si supiera que soy un genio de la música a lo mejor sería otra cosa, pero yo toco la guitarra más bien a un nivel medio. Además, lo complicado en el mundo de la música no es tanto llegar como mantenerte para poder vivir de ello.

¿Saben sus compañeros de su afición?

Sí y algunos compañeros han venido a verme a algún concierto de los que ha dado el grupo. Pero separo bien una cosa de la otra. Si eres médico lo eres y no puedes venir a trabajar, por ejemplo, con una camiseta de "metálica" o un pendiente. Aunque pueda parecer una tontería, la gente tiene muy en cuenta la apariencia, y un paciente que te vea con "pintas" se puede llegar a asustar.