"Luchando, luchando, nos vamos liberando; callando, callando nos siguen estrujando", "¡Rector, escucha, estamos en lucha!". Y Raneda... en Japón. No pudo oírles, pero a su vuelta se encontrará a la puerta del Rectorado con una acampada que denuncia los recortes en la enseñanza y el Plan Bolonia, además de la petición de un referéndum con las firmas recogidas por la Plataforma d'Estudiants para que la metodología de la enseñanza "no se deje en manos de las empresas y la financiación privada", como significó uno de los portavoces.

Las voces de un millar de estudiantes, tanto universitarios como de institutos de la provincia, -de La Nucía, Benidorm o el Figueras Pacheco de Alicante, entre otros-, en contra de los recortes en la enseñanza pública, se dejaron oir tanto por las avenidas del campus como por el entorno del recinto universitario, cuando ocuparon las vías "muertas" del tranvía que no llega a la Universidad.

La marcha estudiantil, sin dejar de corear consignas en contra del poder de la Banca, personalizada en Botín, -"Botín, cabrón, trabaja de peón" o "la Banca siempre gana y no nos da la gana", - concluyó a las puertas del despacho de Ignacio Jiménez Raneda, como hace ahora tres años, aunque en esta ocasión fue el vicerrector Jesús Pradells quien trató de darles una respuesta "imposible", como responsable en funciones. "Queremos una respuesta y la queremos ahora. Llevamos tres años esperando", exigían.

Los taconeos de los alumnos sobre el parqué, junto a sus gritos y pitos, mantuvieron durante media hora en vilo a los funcionarios en los despachos aledaños, hasta que, tras leer -megáfono en mano- su manifiesto, acordaron con Pradells entregar firmas en el Rectorado para pedir un referéndum tras debatir en asamblea nuevas medidas de presión. No abandonarán la acampada hasta obtener respuestas y apuntan la intención de volver a ocupar algún aula del aulario.

Sin cesar de abuchear la privatización de la Universidad, -que en su opinión origina la aplicación del Plan Bolonia-, así como la falta de recursos -"una beca no es una hipoteca", decían-, los universitarios vociferaban tras la gran pancarta de cabecera: "No a la privatización". Eran gritos de indignación por la progresiva subida de las tasas desde la implantación de los grados: "En el campus ha habido una subida salvaje de las tasas, del 15% hasta ahora y del 30% en años próximos. Hay compañeros que por arrastrar cuatro asignaturas en segundo curso, han pagado 1.700 euros de matrícula con los nuevos grados. Además, las aulas están masificadas, cuando se suponía que Bolonia implicaba todo lo contrario, y se han eliminado líneas de valenciano en la Facultad de Educación", se lamentaban.

Jornada provincial

En Elche, decenas de estudiantes de institutos y de la Universidad Miguel Hernández cortaron durante una hora las calles del centro, protagonizando dos sentadas y denunciando el sistema de bipartidismo, junto a los recortes de Educación y el Plan Bolonia: "Por una educación de calidad, educación democrática y pública", coreaban.

La falta de material y de calefacción llevó también a la asociación de estudiantes del Instituto Mutxamel a protagonizar otra multitudinaria sentada en el patio.

La jornada de movilizaciones en la provincia culminó ante la delegación del Consell en Alicante, donde se volvieron a concentrar algunos estudiantes, así como miembros de la Federación Republicanos de Alicante.

De la crisis económica a la política, pasando por la dignidad juvenil

La jornada de huelga entre los estudiantes también reflejó el sentir de los jóvenes ante las inminentes votaciones: "Elecciones por qué, quién manda aquí", "La Unión Europea explota y saquea", "La clase dónde está, está en la calle pidiendo dignidad". En su recorrido por el campus, los estudiantes mezclaron mensajes en pro de la enseñanza pública con alusiones a la crisis tanto política como económica, advirtiendo que no piensan quedarse mirando cómo se diluyen la democracia y los servicios públicos. "Estamos en contra de los recortes que está sufriendo la educación pública y el profesorado, y del plan universitario 2015. Pagamos casi el doble", explicaba Joaquim, de Filología Catalana. "Quieren eliminar la poca democracia interna que queda en la universidad porque al rector lo nombrará un grupo de empresarios, eso entrega el poder a las empresas externas y la financiación a la privada", concluyó Jose, portavoz de la Plataforma.