Algunos días hay más de 50 niños entrenando, de clubes deportivos del Pla, Carolinas o Barrio Obrero, y otros van con sus colegios a dar allí sus clases de gimnasia. El polideportivo del Pla Garbinet está siempre lleno de chavales de todas las edades que juegan "a escasos centímetros" de los aspersores que se colocaron nuevos hace algo más de un año para regar el césped pero que, según denuncian los padres, se han deteriorado hasta el punto de dejar al descubierto unos hierros "que son auténticos filos cortantes".

"En este polideportivo se masca la tragedia porque los chavales pasan corriendo a gran velocidad debido a la intensidad de sus partidos y entrenamientos, y se caen al lado de los aspersores, cuyas tapas están destrozadas y tienen unas puntas como flechas", explica uno de los padres, Juan Carlos Medina, que precisó que cinco de los seis aparatos presentan deficiencias. El problema con el sistema de riego es, según explican, el material de que está hecho, fibra de vidrio que se ha deteriorado muy rápido a la intemperie, y también, reconocen, a causa de los balonazos, ya que se pusieron muy cerca del campo.

Algunos clubes y padres presentaron una queja ante el Patronato de Deportes. "Lo más grave no son las tapas sino las bisagras que sujetan los aspersores al suelo, que son de hierro, y que se han quedado al aire. Son auténticos cuchillos", aseguran. Esas bisagras, indicaron, servían para que, al regar, la tapa del aspersor se abriera y cerrara, pero al estropearse las cubiertas, están a la vista.

El concejal de Deportes, Mariano Postigo, explicó que el sistema de aspersores de esta instalación es a media altura, "y hay que cubrirlos con protectores de poliéster, que no pueden ser rígidos, para evitar daños en caso de impacto, y tampoco blandos. Pero se rompen con los balonazos".

Postigo añadió que el Patronato ha pedido a la empresa adjudicataria que suministre nuevos protectores pese a que, en su opinión, es "un claro ejemplo de falta de cuidado", fruto de los lances del juego. "Es una instalación que se renovó hace poco más de un año, cuando también se colocaron banquillos y una pista de pádel, y sin embargo todos los aspersores están ya rotos. No es un repuesto barato, sino una pieza estándar de protección de ese tipo de riego, y no se puede decir que sea de mala calidad". El edil negó que sean peligrosos y dijo que se van a cambiar más bien por motivos estéticos. "Hay que cuidar mejor estas cosas y más en tiempo de crisis".