La nube de la falta de fondos ha generado propuestas de ahorro menos convencionales. Iniciativas entre las que figura la tasa planteada por el Ayuntamiento de Benidorm que permitirá cobrar entre 15 y 20 euros al año a todos los ciudadanos que tengan un perro, cuya recaudación irá en parte a la puesta en marcha de una "brigada verde".

Con los canes también en el punto de mira, el Consistorio de Elche ha apostado por dejar de dispensar en la vía pública las bolsas de recogida de excrementos hasta ahora gratuitas. Una medida que permitirá ahorrar cerca de 75.000 euros al año, según expuso el concejal de Hacienda, Manuel Latour.

Dando el salto a la ciudad de Valencia, desde principios de año se puso en marcha una medida para ahorrar en mantenimiento, en este caso por medio de la reducción de las líneas que conforman los pasos de peatones, sustituyéndolas por extremos punteados. Con estas actuaciones, que siguen la estela de otras capitales como Madrid y Barcelona, las arcas municipales conseguirán ahorrar cerca de 150.000 euros al año, según las estimaciones.

Por parte de Castellón, la necesidad de rascar ingresos han llevado al Consistorio a crear una tasa de 2 euros en el servicio de bicicletas municipales, que en un principio era también gratuito.