Algo tan sencillo como una fotografía puede prevenir una ceguera. Más de un millar de pacientes diabéticos de la ciudad de Alicante pasan cada año por el centro de salud de Los Ángeles para someterse a una sencilla exploración con la que prevenir de manera precoz la retinopatía diabética, una grave patología que puede degenerar en ceguera. La prueba consiste en hacer una fotografía del fondo de ojo del paciente para determinar si hay algún tipo de lesión. En el 82% de los casos las exploraciones salen normales, en el 15% se detecta una retinopatía y en el 3% la enfermedad se encuentra en un estado avanzado.

El Hospital General de Alicante puso en marcha hace unos años todo un circuito, en el que están implicadas diferentes especialidades, para que los pacientes con diabetes se sometan una vez al año a esta prueba. "Todo de una manera directa y sencilla, gracias a las nuevas tecnologías, lo que evita que el enfermo tenga que pasar por diferentes consultas", señala Ana Bellot, enfermera de la Unidad de Detección Precoz de la Retinopatía.

Tomás Ruiz es uno de los pacientes que acude religiosamente cada año a hacerse las pruebas después de que en 2006 "me detectaran diabetes". Él no tiene que preocuparse de concertar la cita, "la enfermera de su centro de salud controla cuándo le toca hacerse la exploración y le reserva a través de internet el día y la hora", explica Bellot. Una vez en el centro de salud, las enfermeras le miden la tensión ocular y le ponen unas gotas para dilatarle la pupila. En diez minutos está listo para fotografiarle el fondo de ojo.

Posteriormente, explica Bellot, "las fotografías se envían a través de internet a los oftalmólogos del Hospital General para su evaluación". Un proceso "que se suele completar en el mismo día". Si el resultado es normal, "se le da cita para revisarle en un año". Si se halla una patología, "el médico de familia deriva al paciente al especialista". Y en caso de que la lesión esté muy avanzada, "son los oftalmólogos del hospital quienes se ponen en contacto directamente con el paciente para verle cuanto antes". Esta prueba es, además, una forma de tener "controlado" al paciente diabético, ya que la retinopatía "normalmente aparece por un mal manejo de la enfermedad y de esta manera se vigila más al enfermo para que se cuide".

Todas las exploraciones se realizan en el centro de salud de Los Ángeles, por donde pasan los pacientes de 11 centros de salud y 5 consultorios. Una maquinaria bien engrasada "gracias a que hemos formado a 11 enfermeras de todos estos centros de salud, para turnarse y hacer las pruebas a sus pacientes". También se atiende a vecinos de Agost y Monforte, "donde enviamos el retinógrafo una vez al año para evitar el desplazamiento de los enfermos".