Un informe de la Cámara de Comercio sobre la evolución del sector turístico de la Costa Blanca -primer semestre de 2011- constata que la crisis económica ha mejorado, paradójicamente, la competividad de la provincia como destino turístico frente a otras zonas del Mediterráneo. Su proximidad a los mercados emisores de la UE y la propia España y la buena relación entre la calidad y el precio. El trabajo confirma, no obstante, que la recuperación turística iniciada en 2010 y que se ha consolidado entre enero y junio de este año se basó en la mejora del turismo extranjero, en especial el británico, en detrimento del nacional que sigue lastrado por la recesión económica. Aunque se espera que la caída del empleo continúe moderándose, no será suficiente para compensar los efectos contractivos sobre la renta disponible de las familias. Afectadas, también, por el aumento de la presión fiscal, la inflación y el aumento de los tipos de interés.

Todos los indicadores de demanda extranjera se sitúan en positivo hasta junio. La recuperación económica de algunos de los principales mercados europeos y el desvío de flujos de turistas hacia nuestras costas como consecuencia de los conflictos geopolíticos en algunos países competidores del segmento de "sol y playa" del Norte de Africa, explican el mayor flujo de turistas extranjeros hacia la provincia. Las pernoctaciones de extranjeros en hoteles aumentaron un 4,9% y un 6,4% en el conjunto de la oferta de alojamiento reglado, alcanzando un total de 5,5 millones, cifra que supone el 56% de las pernoctaciones en la provincia.

El número de viajeros alojados en dichos establecimientos registró un aumento interanual del 5,2%, situándose en torno a los 781.000 viajeros.