Luces a medio gas en las calles, fiestas patronales con menos pompa o reajustes a la hora de ofrecer los servicios públicos. Estos son algunos reflejos de las decisiones adoptadas por ayuntamientos y diputaciones para aliviar las estrecheces de unas arcas públicas que comienzan a ver clarear sus fondos. Bajo el nombre de medidas frente a la crisis, planes de ajuste o propuestas de austeridad, los consistorios de la provincia centran esfuerzos en una serie de actuaciones directas a insuflar oxígeno a sus cuentas. Operaciones de bisturí que trabajan ya a corazón abierto sobre las partidas destinadas a personal, subvenciones a actividades deportivas y culturales o gastos de mantenimiento.

Bajo estas pautas, la mayoría de los departamentos de hacienda han optado por acabar con la externalización de muchos servicios trasladando funciones a los propios técnicos municipales que, en escenarios como Elche, han asumido ya las tareas de revisión de piscinas, instalaciones deportivas o centros escolares, con un ahorro cercano a los 144.000 euros, según explicó el concejal del área, Manuel Latour.

La reorganización en las casas consistoriales ha tenido otra parada obligada en la parcela de personal, con acciones relacionadas con la amortización de plazas, la supresión de contrataciones temporales y la reducción a mínimos de las horas extra en puntos como Denia, con el objetivo de capear una temporada que el propio concejal de este Ayuntamiento, Vicente Chelet, calificó de "horrible". San Vicente del Raspeig es otro de los ejemplos en los que desde el pasado 2010 se ha aplicado la máxima de la contención, con una apuesta clara por la reorganización del trabajo municipal y la congelación de las plantillas.

Calculadora en mano, los números han afrontado igualmente una temporada de dieta severa en departamentos como el de fiestas, terreno que se ha llevado por goleada las mayores penalizaciones. Alicante ha aplicado así recortes de hasta el 20% en las cuantías de los premios de Hogueras o bajadas en las partidas municipales para el desarrollo de otras celebraciones, que han alcanzado los 354.000 euros. Elda, sin ir más lejos, ha suspendido la partida asignada a la plantá del monumento oficial en la celebración de sus Fallas, con un recorte que en términos generales se sitúa en un 40%, Denia ha llegado hasta el 50% dejando a sus vecinos sin las actuaciones estelares de cantantes de mayor caché. En el caso de Orihuela se ha apostado por las "técnicas de negociación de la empresa privada" hasta reducir de 120.000 a 62.000 euros los fondos para los Moros y Cristianos, explicó el concejal Juan Ignacio López Bas.

El gasto corriente se ha convertido también en otro de los blancos prioritarios de los alcaldes de la provincia, que trabajan de forma activa en la elaboración de informes para disminuir las facturas de luz, teléfono o gasolina de los vehículos municipales. Políticas que se mueven a ritmo de tijera y que han dejado sobre la mesa medidas como la limitación a 30 euros de los saldos para llamar por teléfono a los los funcionarios en Orihuela o la máxima de eliminar el papel a favor de la tramitación informática que siguen ya a rajatabla los trabajadores del Ayuntamiento de Denia que coordina, Ana Kringe.

A pie de calle, estas medidas también han quedado a la vista de los ciudadanos en parcelas como las del alumbrado público. Ciudades como Alicante se han sumado así a esta iniciativa que permitirá ahorrar 1,5 millones de euros anules a cambio de reducir la potencia de la iluminación municipal y de mantener apagadas la mitad de las farolas en algunos puntos.

Esta actuación se ha aplicado también en municipios como Benidorm con reducciones que alcanzan hasta el 30%, además de en otras capitales como Valencia -con un ahorro que cifran en 2 millones de euros anuales- o Castellón, Ayuntamiento que ha apostado, además por la automatización de sistemas en dependencias municipales -mecanismos que apagan las luces al abandonar las salas- "que han requerido una inversión importante pero que están dando ya sus frutos", subrayó el regidor de Hacienda, José Masip.

Fusiones y revisión catastral

Hilando aún más fino, la Diputación de Alicante, presidida por Luisa Pastor, no se ha andado con contemplaciones a la hora de reducir cuestiones como las dietas de los parlamentarios provinciales -un recorte del 50%-, la prohibición de acudir a hoteles de cinco estrellas, los desplazamientos en clase turista y las limitaciones en el uso que los diputados hacen de los servicios de taxi.

Sin ir más lejos, el pasado viernes la Diputación activaba nuevos frentes de ahorro, en esta ocasión, en organismos como Suma reduciendo en un 75% las dietas por asistencia al consejo que pasarán de 1.200 a 300 euros.

La fusión de empresas municipales y la actualización en el catastro del valor de los inmuebles son parte del itinerario que comparten los ayuntamientos en esta temporada de ajustes.