El plan público de educación sexual -PIES- ha empezado a impartirse en los institutos de la Comunidad Valenciana después de que el curso pasado el Consell lo dejara en suspenso entre octubre y marzo y aumentara los trámites burocráticos para que los centros escolares pudieran impartir este plan voluntario. Tras el revuelo suscitado por la suspensión injustificada de cinco meses y porque el Consell aceptó que el arzobispado colocara en los colegios religiosos un programa de educación sexual acorde con la moral católica (nada de preservativos, homosexualidad o masturbación), este curso las clases del PIES para alumnos de 3º de ESO han empezado a tiempo. "Ha vuelto la normalidad", resume un sexólogo crítico.

En octubre se impartieron las primeras sesiones del programa de sexualidad. Según confirmó ayer la Conselleria de Sanidad, "está previsto que en este curso el programa llegue a 300 centros, aproximadamente la mitad de los alumnos a los que va destinado". El arranque está siendo un poco lento, porque hay muchos centros interesados en impartir el PIES cuyos orientadores o psicopedagogos no habían realizado el curso de formación previo que desde la reforma del año pasado exige el Consell.

Vicent Bataller, portavoz de la Plataforma en Defensa d'una Educació Sexual Científica nacida al calor de la polémica del curso pasado, aseguró ayer que el fin del bloqueo al plan público de educación sexual responde "al cambio de la ideología católica y sectaria del Gobierno de Camps" y al relevo del anterior conseller de Educación, Alejandro Font de Mora. "Ahora se está reconociendo la tarea de los sexólogos valencianos", añade.

Pese al cambio positivo, Bataller critica que Educación dé a los padres el derecho a eximir a sus hijos del plan público de educación sexual, novedad introducida el curso pasado. "Eso sería impensable en Matemáticas o Geografía", dice, y supone negar al alumno el derecho a recibir una información clave por el "elevado riesgo de enfermedades de transmisión sexual" entre la población joven. "Ese derecho corre al margen de las creencias", sostiene Bataller. La plataforma mantendrá una reunión el miércoles para valorar el arranque del PIES, que mantiene su contenido y objetivos.

Esta formación ha regresado a los institutos y la Iglesia también da clases sobre esta temática.

El programa de educación afectivo-sexual que el Pontificio Instituto Juan Pablo II elaboró por encargo del arzobispado "se está desarrollando como estaba previsto" y sus contenidos ya se están impartiendo en colegios religiosos, según confirmaron ayer fuentes del arzobispado. El programa, destinado a menores de entre 5 a 14 años, propone la "continencia" hasta el matrimonio, desaconseja el uso del preservativo y pide "castidad" a los homosexuales.