No pueden más. El encaje de bolillos a que han sometido los secretarios de los institutos públicos de Secundaria a las escasas cuentas de que disponen no permiten muchas más filigranas, y los directores han alzado la voz de alarma, esta vez acompañados por sus homólogos en los centros concertados.

La gravedad de la situación se mide precisamente porque es la primera vez que desde el sector de la concertada se reclaman al Consell los fondos básicos para su funcionamiento, poniendo el acento en la penuria que arrastran hasta el punto de asegurar que está "en peligro la supervivencia de los centros", como subraya el presidente de la federación de centros Feceval, José Manuel Boquet.

La demora de Educación en pagar los gastos de funcionamiento a los institutos públicos se ha extendido a la totalidad de los concertados, desde donde advierten que "no están los tiempos para crear más inseguridad y zozobra", y urgen al Consell a cumplir su parte del contrato, es decir, el abono de los gastos de funcionamiento que no llegan desde junio, como precisan desde Cece-Alicante, la patronal del sector concertado en la provincia.

Mientras estos centros vinculan la falta del dinero de la conselleria con la ausencia de sueldo para el personal no docente de administración y servicios, así como para los gastos de agua, teléfono, gas, limpieza y reposiciones, en los institutos públicos ya han echado mano de otro tipo de fondos para mantener abiertos los centros.

Tal y como explican a este diario, el dinero que han recibido para los programas de calidad por la mejora de la enseñanza con actividades de formación con alumnos de otros países, como el proyecto europeo Comenius o los de cooperación nacional en medio ambiente, ya lo han utilizado para pagar la luz y el agua, sin contar con el gas que hará falta en poco tiempo para poner en marcha la calefacción.

Estrictos planes de ahorro

En un centro tipo de más de un millar de alumnos, los fondos europeos pueden suponer un 50% más que sumar al dinero de los gastos de funcionamiento, una media de 30.000 euros por centro al cuatrimestre, pero el retraso de Educación en sus pagos llega al extremo de que ya no quedan reservas y los institutos se han gastado los extras de calidad que tienen por ejecutar este curso.

Estos centros confiesan que llevan a la práctica un estricto plan de ahorro hasta el punto de que son los propios alumnos quienes arreglan el mobiliario que se deteriora aprovechando las prácticas de los programas especiales.

Los centros concertados, en su primera reclamación de los gastos de funcionamiento, advierten que se ha llegado a un punto que no se puede rebasar" y como aviso a navegantes señalan que el servicio que prestan no podrá tener "la calidad" acostumbrada.

Desde Educación puntualizan que se está "trabajando para agilizar los pagos al máximo" y que se ha dado "la orden de pago urgente". No obstante, conocedores de la precaria situación abundan en que "si algún centro padece problemas urgentes que requieran una actuación inmediata", deben dirigir su "justificación" a la jefatura provincial "y la conselleria actuará de inmediato", afirman.

La portavoz de Esquerra Unida en las Cortes, Marga Sanz, reclama por su parte al Consell que abone también el bono-libro que están financiando los libreros de la provincia a los alumnos de Primaria por los retrasos en el pago.