¿Quién no ha tenido una bronca con su hijo hasta el punto de pensar que no puede con él? No hay padre que no se preocupe. Pero el principal problema de la sociedad actual es que vivimos muy deprisa y sin tiempo para educar. Por eso, la Asociación provincial de pediatría, junto al Colegio de Médicos y la concejalía de Educación y Sanidad, quieren echar una mano a los esforzados padres que se sienten impotentes frente a sus hijos adolescentes y han organizado el sábado, día 19, una jornada con diversos especialistas, incluso en alimentación y sexología, para ayudarles a entender el lenguaje de sus hijos.

"El adolescente tiene muy mala prensa", certifica el doctor en pediatría José Valdés, "pero no es una etapa más difícil, sólo es distinta y enriquecedora", añade. Para desdramatizar apunta que nuestros jóvenes tiene los recursos básicos cuando disponen de alimentación y de enseñanza escolar y que, a partir de ahí, los padres "deben estar tranquilos", aunque también conscientes de que serán los referentes para sus hijos.

De ahí que lo primero que recomienda sea conocer al adolescente tanto física como psíquicamente "porque su crecimiento es lo que más condiciona muchas de sus respuestas a nivel social". Defensor a ultranza de los jóvenes en la etapa que se considera "más difícil", Valdés subraya que mientras lo aguantamos todo de un lactante, pese a que no nos deja ni dormir, al adolescente no le consentimos ni media cuando "lo normal, si está sano, es que arme revuelo".

Pero, ¿cómo actuar con ellos sin que se sientan invadidos en su privacidad? De entrada, los profesionales advierten de que hay que aceptarlos tal y como son, que por muy mal que les vaya, e incluso si se meten en la peor ciénaga, no debemos perder la oportunidad de comunicarnos "porque si cortamos el hilo de la comunicación estamos perdidos".

Una de las madres que ha participado otros años en la jornada de formación organizada por los pediatras confiesa que preferiría no controlar a sus hijos, pero le gustaría que fueran capaces de decir que no ante riesgos como el de las drogas. "Yo les hablo sin tapujos pero no sabes cómo acertar, porque te toman el pelo cuando menos te lo esperas".

Los especialistas apuntan que nos han educado para ver el lado negativo de lo que pasa y que nos pasamos la vida diciendo a nuestros hijos lo que no deben hacer, "generalmente según nuestros gustos y sin escucharles. Si les falta un referente claro, los chicos seguirán haciéndolo mal pese a la información de que disponen".

¿Meningitis o embarazo?

Los pediatras, de la mano del doctor Valdés, demandan al Ayuntamiento un Centro Asistencial Juvenil, como el que ya tiene en Madrid, para atender de forma personalizada a los jóvenes sin la presencia de sus padres y a las horas que les vengan mejor. "Debe ser confidencial, accesible y gratuito, que los profesionales ya los tenemos", afirma. El concejal Ardid no se quiso comprometer sin hablar antes con el resto del equipo de gobierno municipal, aunque se mostró favorable. Cuestiones como si es mejor curar una meningitis o evitar un embarazo no habría que plantearlas entonces "porque son necesarias ambas cosas, pero para eso hay que cambiar la asistencia sanitaria", señalaron. Junto a una adecuada alimentación, el tratamiento de las drogas y la violencia en los adolescentes o cómo educar sin gritar integran la formación de los padres en la jornada del día 19.