Unidos y con ganas de mejorar la ciudad. Con estos propósitos se concentraron ayer miembros de la asociación Alicante Accesible en la Pasarela de El Postiguet, donde los asistentes reclamaron la instalación de un segundo ascensor para acceder al Castillo de Santa Bárbara debido a las complicaciones que tienen con el actual, la adaptación de la pasarela del Raval Roig para personas con movilidad reducida y la mejora de los accesos y la movilidad en todo el entorno urbano.

Los concentrados -una cuarentena de personas- reflejaron las trabas que tienen los ciudadanos con discapacidad para moverse por la ciudad. Así, varias personas que iban en sillas de ruedas demostraron que no pueden ir de la playa al barrio del Raval Roig. Lo intentaron. Subieron por la pasarela, la cruzaron, pero al llegar al final se encontraron unas escaleras. Largas. Y altas. Ahí terminó su recorrido.

Para Llanos Rodríguez, portavoz de la asociación, la remodelación que se hizo de la pasarela y que se abrió al público en junio "incumple la normativa sobre accesibilidad, impidiendo su uso a personas con problemas de movilidad y vulnerando el derecho a la igualdad de oportunidades".

Algo que, para la representante del colectivo, es común en la ciudad. "Queremos poner de manifiesto la dejación de funciones del Ayuntamiento en la aplicación de la normativa autonómica sobre accesibilidad". Para reforzar estas palabras, los manifestantes colgaron una pancarta en la misma pasarela de la playa, en la que se exhibía el lema "Por una ciudad accesible para todos". No obstante, lo que más llamó la atención de bañistas y turistas que anduvieron por el paseo fue la figura de un cadáver en una silla de ruedas con una pancarta colgada con el mensaje "Estoy esperando que pongan el ascensor".

La jornada, que transcurrió con normalidad, contó con el apoyo de los viandantes del paseo y con representantes de asociaciones, colectivos y políticos de la ciudad como Óscar Llopis, de UGT, o Miguel Ángel Pavón, de IU. De la Plataforma Comarcal por la Movilidad Sostenible de l'Alacantí (PCM), Rogelio González, también se sumó a la iniciativa y criticó la actuación del Ayuntamiento. "Han rehabilitado una plataforma y no la han adaptado a personas con movilidad reducida. No sólo gente en silla de ruedas. También padres con carritos para coches. Este tipo de actuaciones marca la diferencia entre una ciudad adaptada e inteligente y otra que no lo es", dijo.