Miles de personas llenaron en la tarde de ayer las calles de Alicante, Elche y otras localidades de la provincia para clamar contra lo que consideran el poder de la banca y las altas esferas políticas y exigir una sociedad más igualitaria y participativa. Las ciudades alicantinas se sumaron así a las movilizaciones de los "indignados" convocadas de forma simultánea en más de 80 países. En Alicante, la organización cifró en 25.000 los asistentes, mientras que la Policía Nacional los situó en unos 10.000. En Elche, los datos oscilaron, según las respectivas fuentes, entre las 2.000 y las 5.000 personas.

Al margen de cifras, lo cierto es que en Alicante pudo verse una de las mayores movilizaciones que se han producido desde las manifestaciones contra la guerra de Irak en marzo de 2003. La cabecera de la marcha partió de la Glorieta de la Estrella a las 18.30 horas y, casi 40 minutos después, la cola aún estaba iniciando la avenida Óscar Esplá hacia el paseo de Canalejas y la Explanada. El lema de la pancarta inicial resumía los motivos de la cita y hasta los caldeados ánimos de los participantes: "Unidos por un cambio global. No somos mercancía en manos de políticos y banqueros. Democracia real ya".

La banca fue, con diferencia, el elemento que concentró las principales iras de los manifestantes. Y, más en concreto, cuestiones como la dificultad para obtener créditos y los embargos por impago de hipotecas, junto con las controvertidas prebendas a directivos que se han venido conociendo en los últimos tiempos. Por ello, el paso de la marcha ante la sede principal de Caja Mediterráneo (CAM), en la avenida Óscar Esplá, se convirtió en el primer punto caliente de la manifestación, nada más comenzar. Una representante de la organización recordó que esta entidad es "la que más viviendas ha embargado" por deudas de préstamos hipotecarios, al tiempo que sus antiguos responsables -para los que algunos asistentes pidieron a gritos "la cárcel"- se asignaban cuantiosas y polémicas retribuciones.

Esta primera parada hizo que empezaran a corearse consignas como "Nuestro dinero no es para el banquero", "Banquero el que no bote" o "No hay pan para tanto chorizo", entre otras, que no dejarían de oírse hasta el final de la manifestación. Al pasar ante sucursales de entidades financieras como el BBVA, Caja Madrid y La Caixa, estos gritos se sucedieron con mayor intensidad. Decenas de participantes en la marcha portaban carteles contra la banca y los políticos, un binomio que se reproducía en la única carroza presente en la manifestación, donde tres marionetas representaban a "Don Mercado" de la mano de Angela Merkel y Nicolas Sarkozy.

La marcha se dirigió hacia la plaza del Mar, sin más incidencias que los gritos de euforia que se sucedían cada vez que los organizadores informaban del seguimiento de las movilizaciones llevadas a cabo en distintas ciudades de España y el resto de Europa, y también con la presencia intermitente de la lluvia. Entre las miles de personas que conformaban la marea humana, individuos de todas las edades y estéticas, echando por tierra algunos de los prejuicios a los que el movimiento de los "indignados" ha tenido que hacer frente.

Al término de la marcha, los convocantes de felicitaron por el "éxito" de la iniciativa y llamaron a la población a seguir movilizándose en defensa de los objetivos propuestos. Instantes después, un intenso aguacero ponía fin a la cita de una forma abrupta, aunque con la satisfacción de los organizadores, que reiteraron que la gran afluencia permite "identificar lo que está pasando" en la sociedad.

En Elche, los manifestantes se concentraron en la plaza de l'Algeps y se dirigieron a la plaza del Congreso Eucarístico, donde se dio lectura a un manifiesto en el que se destacó la necesidad de un cambio y se criticó el sistema financiero y todos los recortes sociales que se han planteado. En la protesta ilicitana participaron colectivos como Democracia Real Ya, Jóvenes sin Futuro, Elche Revolución y Stop Desahucios, entre otros. A ellos se unieron muchos ciudadanos de todas las edades, con pancartas con lemas como "No falta dinero, sobran ladrones". Un salario digno, mejoras en educación y la dación de la vivienda en pago de la hipoteca fueron las principales reivindicaciones de esta marcha que terminó con la lectura de un manifesto. En él, se hizo referencia, entre otras cosas, a la vulneración de derechos de los ciudadanos por parte del Gobierno, así como al "45% de paro juvenil" y a que muchos "vuelven a tener que irse al extranjero".

En el resto de localidades principales de la provincia, el cambio, el seguimiento de las manifestaciones fue bastante menor. En Benidorm, un centenar de personas recorrió algunas de las calles principales, desde la estación del "trenet" hacia el centro, con lemas como "Unidos por el cambio global". En Alcoy, apenas 70 personas se concentraron en la Plaça de Dins para sumarse a la reivindicación, aunque se realizaron conexiones vía internet con la manifestación de Bruselas. Por último, cientos de personas se concentraron en la Plaza Castelar de Elda. La manifestación había partido a las seis de la tarde de la vecina localidad de Petrer. Durante toda la mañana, los miembros del movimiento se habían repartido por las dos poblaciones para hacer un llamamiento a la participación.

Esta información ha sido elaborada también por M. J. Sanmartín, B. García, M. Vicedo y J. Aguado.