Cada vez más pobres. Cuatro años de crisis económica están pasando una importante factura en la sociedad alicantina. Y es que el número de personas atendidas por Cáritas en la provincia aumentó el año pasado en 17.000, lo que supone un incremento del 37%, nueve veces superior al 4,3% registrado en el conjunto de España, según la Memoria Anual de 2010 presentada esta semana por la organización asistencial de la Iglesia católica.

Más de 63.000 personas en Alicante tuvieron que recurrir a Cáritas al encontrarse en situación de exclusión social. Más de la mitad, 44.260, fueron mujeres. El director de Cáritas Diocesana en Alicante, Jaime Valcaneras, confía en que por fin se haya tocado fondo y la cifra de personas atendidas se estabilice. "Llevamos un par de años en los que las cifras del paro se mantienen muy altas aunque más o menos estables en la provincia, por lo que no es previsible que se vuelva a producir una avalancha tan fuerte de asistencias como las de los últimos años".

Sin embargo, Valcaneras muestra su preocupación "porque ya se están viendo situaciones de pobreza crónica después de tantos años de crisis". Desahucios, rupturas familiares, maltratos en el ámbito doméstico o problemas en los niños son "algunas de las consecuencias de esta larga recesión que está haciendo que los pobres sean cada vez más pobres y que a la gente comience a faltarle ya lo más básico". En cuanto al mayor aumento de atenciones en la provincia de Alicante respecto al conjunto nacional, el responsable de Cáritas, recuerda que "la situación aquí no tiene nada que ver con la de otras provincias españolas". En Alicante, añade, "el paro ha afectado a muchos más trabajadores" debido al descalabro del sector de la construcción que era uno de los motores de nuestra economía.

Aumento del presupuesto

Para poder hacer frente a la gran demanda de ayuda, Cáritas Alicante tuvo que aumentar el año pasado en más de medio millón de euros su presupuesto de lucha contra la pobreza, al pasar de 3.365.082 euros de 2009 a 3.891.209 el año pasado. La mitad de ese dinero estuvo destinado a la acogida y asistencia de personas en riesgo de exclusión social y un 27% a la intervención con colectivos vulnerables, según se desprende de la memoria de Cáritas Alicante.

Durante el año pasado, la entidad también prestó asistencia a 2.014 personas sin hogar en los distintos recursos de los que dispone: 376 en su centro de acogida y casa de Petrer, 1.389 en el centro de acogida y piso de reinserción de Elche y 240 en el centro de acogida de Orihuela. A nivel nacional, la organización asistencial recibió el año pasado un total de 6,5 millones de peticiones de ayuda, de las que dos millones fueron solicitudes de atención básica de emergencia en material de alimentos, vivienda o atención sanitaria.

La aportación de Europa, en peligro

La situación de pobreza por la que atraviesan miles de familias puede verse agravada si, finalmente, la Unión Europea reduce hasta en un 70% las aportaciones de comida que realiza al Banco de Alimentos y a Cruz Roja, para repartir entre las personas más necesitadas. "Hay muchas reuniones y contactos a nivel de la Unión para intentar que Bruselas cree una partida presupuestaria que permita mantener las ayudas", señala Juan Vicente Peral, director del Banco de Alimentos de Alicante. 22.000 familias en la provincia reciben esta ayuda en forma de productos de primera necesidad.