Bajo el argumento de que hay un alto número de camas sin utilizar, la Conselleria de Sanidad cerrará 262 camas en los hospitales de la Comunidad Valenciana. La provincia de Alicante soporta el mayor recorte y pierde 159 camas, el 60% del total de cierres. En Valencia se dejarán de utilizar 53 camas y en Castellón, 50.

La secretaria autonómica de Sanidad, Manuela García, presentó ayer el denominado plan de optimización de camas con el que la conselleria pretende ahorrar 2,5 millones al mes, estimando el coste de cada cama en 330 euros. Desde la Conselleria de Sanidad se insistió ayer en que "se trata de una reagrupación de camas para racionalizar el gasto" y que éstas estarán de nuevo operativas "inmediatamente que sea necesario".

Respecto a por qué Alicante concentra el mayor número de cierres, desde Sanidad se achacó, por un lado, a la reciente apertura del Hospital del Vinalopó y "al menor número de ingresos, debido al buen tiempo", que ha retrasado la llegada de la gripe.

En esta misma línea, Manuela García aseguró ayer que el índice de ocupación de la Comunidad "se sitúa actualmente en el 74%, por debajo de la media española, gracias a las alternativas de hospitalización implantadas en la Comunidad, como los hospitales de día o las unidades de hospitalización domiciliaria". En este sentido, la responsable sanitaria comparó la situación de los hospitales con el sector turístico, asegurando que "se trata de adaptarse a índices de ocupación de hostelería, a las temporadas altas y bajas, en función de los cambios de perfiles asistenciales y epidemiológicos".

La "reorganización" de estas camas permitirá "la redistribución de los recursos humanos a otros servicios del mismo centro". García insistió en que no se va a producir "el cese de ningún profesional sanitario" ni va a haber "una merma de la actividad asistencial". El Hospital General de Alicante es el que más camas pierde en la provincia, en concreto 51 entre Oftalmología y Traumatología. Le sigue Elda, con 35; y el General de Elche, con 26. Los hospitales de Orihuela y La Vila cerrarán cada uno 16 camas y el de Sant Joan, 15. Los cierres de plantas hospitalarias contrastan con el aumento de pacientes que esperan para ser intervenidos. Sólo en el Hospital General de Alicante, hay 900 pacientes más que hace un año a la espera de ser intervenidos. En el conjunto de la Comunidad Valenciana, más de 30.000 pacientes están en lista de espera, según datos Sanidad.

En su comparecencia de ayer, Manuela García también se refirió al plan de choque al señalar que "se está estudiando qué hospitales están derivando, qué procesos y dónde derivan", porque las cifras "parecen demostrar que no es más barato" esta derivación de pacientes". Por último, el conseller de Sanidad, Luis Rosado, confirmó ayer que por el momento queda suspendida la inversión en nuevos hospitales, lo que deja en el aire 7 centros previstos en la Comunidad, entre ellos el segundo hospital de la Marina Baixa y el tercero de la ciudad de Alicante.

El PSPV pide la destitución de Rosado

El PSPV ha pedido la destitución del conseller de Sanidad, Luis Rosado, si el Consell no rectifica el plan de optimización. El portavoz de Sanidad del grupo socialista en Las Cortes, Ignacio Subías, asegura que esta medida es una "auténtica irresponsabilidad", ya que la Comunidad cuenta con uno de los ratios "más bajos de camas hospitalarias". Por su parte, la portavoz adjunta de Compromís, Mónica Oltra, aseguró que la decisión de la conselleria "evidencia el fracaso de la política del Partido Popular" y resaltó que el ahorro "tiene que venir por otras partidas de gastos innecesarios". CC OO, en palabras de su responsable de Comunicación Salvador Roig, denuncia "la improvisación y el escaso rigor a la hora de planificar los recursos sanitarios por parte de la conselleria". Para Roig, "no es entendible que se deriven al año miles de pacientes a la sanidad privada al mismo tiempo que se externalizan servicios, y mientras permanezcan en las listas de espera, miles de pacientes". Para el responsable de la secretaría de Salud de UGT-PV, Miguel Usó, es una "barbaridad" que la Conselleria "no haya consultado" este plan con los representantes de los trabajadores, "por lo que va a significar en las condiciones de empleo". EFE/P.A.