Si el Consell de Alberto Fabra recuperara la costumbre de alumbrar ciudades temáticas -al estilo de la Ciudad de las Lenguas, la de la Luz o la de las Artes y de las Ciencias- y creara la ciudad del cargo de la Generalitat colocado a dedo y del funcionario de alto rango sería del tamaño de Gestalgar o Senija, con todos sus habitantes con nómina pública de lujo. El compromiso de austeridad y de reducción al mínimo del personal de confianza y altos cargos pregonado por Mariano Rajoy en nombre del PP y con el que Zaplana aterrizó en el Palau en 1995 no se compadece con la arquitectura de poder tejida en la Generalitat en estos dieciséis años.

Presidente y consellers al margen, la foto fija de hoy revela la existencia de 673 altos cargos, personal eventual y jefes de servicio, estos últimos elegidos por concurso o de libre designación, siempre entre funcionarios. El socialista Joan Lerma legó en 1995 una Administración autonómica, con trece conselleries y Presidencia, que tenía un organigrama con 344 puestos de alto rango o cubiertos por nombramientos a dedo. En términos relativos, el actual Consell casi duplica -el incremento es del 95%- al socialista en plazas de confianza o de altos funcionarios.

En esta revisión comparativa cabe hacer dos salvedades. Las cifras no incluyen los cargos y colocados a dedo en la red paralela de fundaciones, agencias y empresas públicas que se ha ido tejiendo hasta alcanzar, según el PSPV, el número de 131" chiringuitos".

La cuenta general de 2010 recogía 79 entidades de este tipo, dado que no figuran aquellas en las que la Generalitat controla menos del 50% de la sociedad. En todo caso, no cabe duda que esta rama del sector público ha experimentado una notable inflación hasta alcanzar los 12.136 empleados -"colocados en muchos casos por tener carné del PP", denunció el diputado socialista Rafael Rubio-, que perciben 462 millones en sueldos. Y, en segundo lugar, cabe apuntar que la diferencia competencial entre una y otra administración (la de 1995 y la actual) se ciñe básicamente al área de Justicia y al Servef, cuyos puestos directivos no han sido computados en la comparativa. El gremio de secretarios autonómicos, directores generales, subdirectores generales, subsecretarios y secretarios generales administrativos está compuesto por 177 miembros.

Son 117 altos cargos más que los existentes en el último Ejecutivo socialista. Se ha triplicado, en términos relativos. Por departamentos, es el de Sanidad el que se lleva la palma, con nada menos que 27 altos cargos, por delante de los 25 puestos políticos existentes en la Conselleria de Hacienda, que dirige José Manuel Vela, o los 20 de Justicia y Bienestar Social. En tiempos de Lerma, la Conselleria de Economia, la de Administración Pública y la de Educación eran las más fecundas en altos cargos, con 7 cada una: un secretario general y seis directores generales.

Una Presidencia más poblada

En Presidencia, eran cinco los altos cargos y nueve asesores. Hoy se cuentan seis altos cargos y dieciocho asesores. Pese a la reducción en tres conselleries ejecutada por el expresidente Francisco Camps en su remodelación del Consell del 20 de junio y el recorte de altos cargos y asesores que practicó -prometió que alcanzaría el 30% y se quedó en una treintena- son 88 los que ocupan plazas de personal eventual. La inflación de asesores se sitúa en el 47%. La relación de jefes de servicio, incluidos quienes trabajan en las direcciones territoriales, alcanza los 409, un 81% más que los 225 de la etapa del PSPV.

La única de las diez conselleries sin jefaturas de servicio territoriales es la de Agricultura, que tiene sendas secretarías territoriales en Alicante, Valencia y Castelló.

"Fabra y Vela mienten y colocan adeptos en vez de aptos"

El portavoz socialista en el área de Función Pública en las Cortes, Rafael Rubio, acusó ayer al presidente Alberto Fabra y al conseller de Hacienda, José Manuel Vela, de "mentir al ciudadano" cuando hablan de "reducción del número de altos cargos". "Son muy dados a la propaganda, pero la única certeza, la verdad de las cifras es que hoy tenemos una Generalitat con el doble de cargos que los gobiernos de Lerma", afirmó Rubio. El diputado considera que, además, "el PP ha usado las empresas públicas y fundaciones para ampliar una red clientelar con contrataciones que en la mayoría de los casos no ha respetado ningún procedimiento legal".

El parlamentario socialista denunció que el Consell "pretende ahora colocar jefes de servicio a dedo, en vez de convocar los respectivos concursos". "Se está viendo su afición a proceder a depuraciones de profesionales competentes, que han demostrado durante muchos años su buen oficio, para colocar a gente que responda a sus intereses partidistas" "Eso sí, estarán muy bien pagados, con seis mil euros más al año", asestó.