La Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) -dependiente del Ministerio de Fomento- ha pedido a la Conselleria de Infraestructuras que anule el Plan General de Ordenación Urbana de Alicante (PGOU) por estrangular el crecimiento industrial en el polígono de Las Atalayas e impedir el desarrollo de suelo destinado a empresas en una de las zonas industriales más consolidadas de la ciudad. En dos escritos remitidos en febrero y abril, la entidad manifestó que la forma en que se está llevando a cabo el planeamiento urbanístico no es "la más ventajosa para el interés público" y supone "un agravio" para la industria de Alicante.

Fuentes de esta entidad estatal de promoción de suelo inciden en que existe un "convenio previo a la aprobación" del Plan General con el Ayuntamiento de Alicante, "aún en vigor", que se ha incumplido y que deja en "el olvido" 450.000 metros cuadrados de suelo industrial que iban a ser desarrollados en una segunda fase de expansión.

La entidad exigió a la Conselleria en abril de este año que anulara la aprobación provisional del planeamiento urbanístico por "las múltiples infracciones del ordenamiento jurídico estatal y autonómico", o bien que la Generalitat devuelva el expediente al Ayuntamiento "para introducir las correcciones expuestas en orden a que el desarrollo urbanístico de la ciudad se lleve a cabo de la forma más ventajosa para el interés público". Pidió al Consell que motive "la exclusión arbitraria del suelo de su propiedad, que supone la ampliación natural de Las Atalayas".

Este documento fue remitido a Infraestructuras mes y medio después de que el Sepes le enviara todas las alegaciones realizadas al Plan General, que fueron presentadas en el Ayuntamiento durante el periodo de exposición pública y rechazadas. Los escritos al Consell se enviaron después de salir a la luz el sumario Brugal, que destapó, por error, que había una investigación que afectaba al Plan General de Alicante cuando ésta era aún secreta.

Proyecto inviable

Fuentes de la entidad indicaron que el Plan General aprobado en 2009 restaba suelo, pero que su revisión fue aún más demoledora ya que "cerró las puertas a cualquier implantación lógica de suelo industrial en Las Atalayas". Y es que la red de carreteras prevista en la zona impide que el polígono pueda expandirse en esos terrenos.

Según recuerda el Sepes en el último escrito remitido al Consell, existen una serie de "cargas exteriores" ante el desarrollo del denominado UZO-10 "Ampliación de las Atalayas" e "indefiniciones técnicas" que "impiden la viabilidad económica del sector" así como obtener aprovechamientos, en referencia a las permutas de suelo declarado parque natural que permite a los propietarios del parque ser compensados con suelo urbanizable en otras zonas.

La entidad propietaria del suelo del polígono incide en que de manera "inexplicable" queda excluida de los parques de Sancho y Burgoño "por una incorrecta clasificación del suelo". También queda fuera de los parques de la Vallonga y de Las Atalayas previstos en 2009, ya que fueron suprimidos en la revisión del Plan en 2010 para crear el parque de Fontcalent. La catalogación de parque hubiera permitido trasladar la zona terciaria a otras áreas de la ciudad. Actualmente el suelo, que ha pasado a rústico, se usa de escombrera.

Propietarios de más de 250.000 metros cuadrados en Las Atalayas denunciaron por las mismas fechas que sus terrenos en la zona fueron desprotegidos del área de parques poco después de negarse a vender. El juez que instruye el PGOU ordenó a la Policía investigar si detrás de estas ofertas de compra había información privilegiada.

El PGOU de 2009 prevé la creación de unos siete millones de metros cuadrados de suelo industrial que integran la regulación de zonas industriales ya en activo. Uno de los polígonos que más crecerá será Garrachico, que triplicará su área. El delegado de Urbanismo, Antonio Mendoza, indicó en marzo a preguntas de los periodistas sobre las alegaciones del Sepes, como recogió este diario, que Las Atalayas se ampliará hacia Elche y que el crecimiento industrial de la ciudad "está garantizado".

"Se pierde suelo que es de todos los alicantinos"

"La ampliación de Las Atalayas se ha bloqueado. Es una pena que una de las pocas entidades públicas que sigue desarrollando suelo industrial en España en tiempos de crisis pierda los terrenos dedicados a la industria en Alicante, que son de todos los alicantinos, para crear puestos de trabajo y atraer a empresas a la ciudad".

Breve, pero contundente. Así se mostró ayer el director gerente del Sepes, Rafael Zorrilla ante preguntas de este diario. Zorrilla incidió en que el Plan General ahoga el desarrollo de suelo industrial en el extrarradio de la ciudad y apeló al interés general como "única esperanza" para que las Atalayas crezca: "Lo que nosotros esperamos es que la Conselleria, que tiene que aprobar el documento, tenga en cuenta las alegaciones presentadas en dos escritos distintos".

Al igual que explicaron otras fuentes de la entidad pública consultadas por este diario, Zorrilla insistió en que hay un convenio con el ayuntamiento para poder realizar "Atalayas 2" sobre 450.000 metros cuadrados. "Se trata de un suelo público en un polígono de calidad que redunda en un beneficio para Alicante". Fuentes del Consell explicaron que, cuando se recaben todas los informes sobre el Plan "en un segundo paso, se tendrán en cuenta las alegaciones del Sepes".