¿Para qué dan de sí cien días en la oposición?

Para ponerse a trabajar. Mientras tenemos una alcaldesa con menos liderazgo y menos presencia pública y con un peso irrelevante frente a todos los incumplimientos de la Generalitat, tenemos un grupo socialista que, a pesar de los medios, trabaja por los intereses de la ciudad. Estamos intentando llevar nuestra oposición de forma constructiva, pero nuestro trabajo lo debe valorar la ciudadanía. No me corresponde a mí hacerlo.

¿Cuál es su balance de la gestión municipal en estos primeros meses del mandato?

Son cien días sin una sola iniciativa destacable. El gobierno municipal del Partido Popular está cascado con la herencia de la mala gestión de los anteriores mandatos. Va improvisando y dando marcha atrás en muchos asuntos, como ocurre en el área de Seguridad.

El empleo centró las promesas electorales, ¿cree que se ha hecho algo para impulsarlo?

Nada. Cuando no se tiene un modelo de ciudad ni un plan estratégico no se sabe adónde se quiere ir y eso es lo que le pasa al equipo de gobierno del PP

En este tiempo no han dejado de conocerse novedades en torno al presunto amaño del Plan General de la ciudad. ¿Le parece que los escándalos de corrupción han paralizado la actividad municipal?

Lamentablemente, creo que la actividad la han paralizado otros asuntos además de la corrupción. El PP no se está ocupando de la gestión municipal y se calla ante los atropellos de la Generalitat. Así es que no sólo los casos de corrupción tienen paralizado este Ayuntamiento, también la mala gestión del equipo de gobierno, sus pocas iniciativas y su falta de liderazgo para sacar a Alicante de la crisis en la que está.

Además de la corporación, en la que se ha pasado de dos a cuatro grupos políticos, ¿qué ha cambiado desde las últimas elecciones municipales?

Hay que lamentar que la gestión ha ido a peor. Si se pregunta a la ciudadanía qué iniciativas se han tomado en estos cien días por parte del Ayuntamiento dirán que no ha habido ninguna.

Si las elecciones fueran ahora, tres meses después, ¿cambiarían los resultados?

Creo que la ciudadanía se ha dado cuenta de que el gobierno municipal del PP es ineficaz y está acosado por los casos de corrupción y eso no genera ni riqueza ni prosperidad en nuestra ciudad.

Los escándalos estallaron antes de los comicios y el PP arrasó en las urnas...

Es una tema preocupante. Hay un desapego ante la clase política. Aunque muchos lo piensan, todos los políticos no somos iguales. Yo no soy igual que Castedo. Ni me subo en yates, ni salgo en informes policiales. Hay que hacer un esfuerzo en época de crisis para reivindicar la política con mayúsculas porque si no hay política lo que hay es fascismo.

A nivel autonómico, el cambio más importante lo supuso la dimisión de Francisco Camps al frente de la Generalitat. ¿Considera que otros políticos deberían seguir sus pasos y dimitir?

La dimisión de Camps llegó tarde. Pero más vale tarde que nunca. Deberían dimitir todos los que están siendo investigados e imputados en casos de corrupción, como son la alcaldesa o Díaz Alperi.

¿Cree que la alcaldesa acabará el mandato?

Si tuviera ética y dignidad, no lo haría. Dimitiría.

El último informe policial ha desvelado que el hermano de la alcaldesa, imputado en el caso Brugal, investigó al diputado socialista y exalcalde de Alicante, Ángel Luna, y al fiscal anticorrupción, Felipe Briones. ¿Qué opina al respecto?

Es algo mezquino, ruin, intolerable e indecente. Son unos hechos gravísimos y no son propios de demócratas.

Las elecciones generales están a la vuelta de la esquina, ¿el resultado puede cambiar algo a nivel municipal?

En apariencia, nada. Pero si el PP llega a gobernar el país, algo que dudo mucho, Alicante volverá a ser una de las ciudades en el furgón de cola en cuanto a inversiones.