En Alicante hay 95 plazas de aparcamiento reservadas para discapacitados además de 42 más en la zona azul, en la que las personas con problemas de movilidad que disponen de tarjeta deben pagar igual que cualquiera aunque pueden estar el doble del tiempo habitual. Estas 137 plazas de aparcamiento resultan insuficientes para las necesidades del colectivo de personas con movilidad reducida, tal como ha señalado el presidente de la Federación de Asociaciones de Discapacitados Físicos de la provincia, Cocemfe, Antonio Ruescas, después de que este diario se hiciera eco ayer de la denuncia de Teresa, una mujer afectada por esclerosis múltiple a la que la grúa le han retirado ya en tres ocasiones su coche pese a su tarjeta de discapacidad y a que su vehículo está visiblemente adaptado.

Antonio Ruescas confirmó ayer que "no hay suficientes plazas de aparcamiento para nosotros, a veces las que hay están ocupadas por contenedores de obra o de basura o por otros coches y otras veces encontramos la plaza libre pero no hay espacio suficiente para sacar o meter la silla de ruedas". Ruescas reconoce además que hay personas que no hacen buen uso de su tarjeta "y se lo dejan a algún familiar, y eso es algo que pedimos a nuestra gente que no haga, pero igualmente pedimos a la administración que ponga más plazas y en lugares adecuados y que haya más vigilancia de las policías municipales para que nadie haga uso indebido de estos aparcamientos". Al igual que manifestaba Teresa, Antonio Ruescas considera que "hace falta más concienciación ciudadana con respecto a los discapacitados". En cuanto a la actitud de la policía, el presidente de Cocemfe señaló ayer que "hay de todo, y unos son más sensibles que otros hacia nuestra problemática". El colectivo de discapacitados considera además que sería deseable que se unificara la normativa entre unos municipios y otros, "porque por ejemplo un minusválido de Villena no tiene que pagar en la Ora y en Alicante sí, y si viene y no lo sabe, se puede encontrar con un disgusto".

Quien sabe mucho de los problemas de los minusválidos que conducen es Rafa, un parapléjico que se lamenta de que "hay pocas plazas para aparcar nosotros y encima te encuentras con que si hay una ocupada sin tarjeta y llamas a la grúa, tú eres el malo". A su juicio, "la gente debe entender que no tenemos las plazas por capricho. Ojalá que yo pudiera aparcar a un kilómetro y moverme andando".

Por su parte, el responsable de la comisión de accesibilidad de Cocemfe, Antonio Mérida, señalaba ayer que en Alicante "aún falta mucho para lograr una buena accesibilidad. "Yo me paseo con frecuencia con mi silla por la carretera porque por muchas aceras no podemos ir, al igual que hay tiendas, casas y lugares de ocio a los que no podemos entrar porque no están adaptados".