Las Hogueras de Alicante, las Fallas de Valencia y las fiestas patronales han motivado gran parte de las quejas por molestias acústicas recibidas durante 2010 por la Sindicatura de Greuges, que ha instado a los ayuntamientos a mejorar su vigilancia sobre el cumplimiento de las licencias ambientales. A juicio del Síndic se trata de festividades "perturbadoras del descanso y la tranquilidad de los vecinos". La contaminación acústica es, con 129 quejas, el principal motivo de protesta por razones medioambientales en la Comunidad Valenciana, que denuncian sobre todo los ruidos que generan en el espacio público las fiestas patronales y verbenas.

El Síndic, José Cholbi, incide en la necesidad de aplicar "con el máximo rigor" el régimen de la licencia ambiental por parte de las administraciones locales, obligadas a imponer sanciones en caso de incumplimientos y califica de "desolador" comprobar que ayuntamientos como el de Aspe sigue sin sancionar a un local cuyos ruidos "impedían el descanso de una familia".