Las cámaras instaladas en los accesos al Casco Antiguo han reducido la circulación en el barrio, pero están dando muchos quebraderos de cabeza a los vecinos, que han comenzado a recibir multas por entrar con sus coches pese a haber tramitado la petición de autorización. Según los propios afectados, las causas obedecen al retraso del Ayuntamiento en incorporar sus datos al sistema y a que muchos de ellos han interpretado que podían acceder al barrio sin tener que esperar una respuesta oficial a su solicitud. De esta forma, desde la asociación de vecinos sostienen que un 30% de las sanciones que se han comunicado a los conductores -desde el 1 de agosto se han impuesto 3.000 multas por valor de 140.000 euros- serán recurridas.

En un primer momento se dio potestad a la asociación "para gestionar las solicitudes de permisos para los residentes y se nos dijo que los datos se irían introduciendo en una base de datos", explica la presidenta de la asociación, María Dolores Peretó, quien señala que posteriormente desde la Concejalía de Tráfico les comunicaron que tendrían que responder "dando una autorización, desautorizando o pidiendo que se subsanase la documentación presentada" en cada caso. "De ahí la confusión" que, según Peretó, ha llevado a muchos de los residentes que solicitaron la autorización y que, en principio tendrían derecho a ella, a acceder con sus coches al barrio sin haber recibido una respuesta oficial, bien confirmando o denegando su petición.

Hay casos llamativos. Fina Díaz cuenta que su yerno pidió el permiso a través de la asociación hace tres meses, adjuntando numerosa documentación que acreditaba que estaba dentro de una de las excepciones contempladas para poder acceder con su coche. "Pensábamos que, con toda la documentación que presentamos, ya estaba todo arreglado y ahora le han llegado 15 multas que hemos recurrido", afirma.

Otro residente, Juanjo Baena sostiene que pidió la autorización de entrada, pero "lo hice el 28 de julio y aunque me dijeron que me meterían en la base de datos debieron tardar unos días". De ahí que "esta semana me llegasen 4 multas, de 80 euros cada una o 40 si se pagan antes, correspondientes al 1 de agosto", día en el que comenzaron a funcionar las cámaras. Ayer mismo fue a recurrirlas y le confirmaron que "ya estaba en la base de datos y que me las quitarían, pero es un trastorno y me han dado un buen susto".

Otros residentes se quejan de la falta de aparcamiento y varios residentes de la reducción de clientela por la restricción de tráfico. Juan Manuel Segura, dueño de una bodega, afirma que su clientela ha bajado un 20%.