La presencia de perros anti-droga en los institutos de Secundaria, con el propósito de concienciar a los alumnos de que rechacen el consumo de estupefacientes, provocó ayer el malestar de la federación provincial de padres de alumnos "Gabriel Miró", hasta el punto de que sus dirigentes han decidido elevar el asunto ante el Defensor del Menor.

"La idea nos parece aberrante. No todo fin justifica los medios y la presencia de los perros dentro de los centros públicos, y en ninguno de los concertados, parece un ataque premeditado porque trata a nuestros hijos de potenciales delincuentes", expresó sumamente indignado el presidente de la federación de APA, Ramón López.

Aunque los padres no descartan que el fin que persigue el Ayuntamiento con la Unidad Canina de la Policía Local "sea noble", también la tachan de "puesta en escena excesiva. Son actuaciones que no se pueden permitir entre menores", precisa López. De forma que la directiva de la asociación ha derivado el asunto a su departamento jurídico "para que lo lleve ante el Defensor del Menor".

Opinan los padres que no se debió permitir el paso de los perros policía al interior de los centros. "Con toda la buena acción que se presuponga, es lo menos pedagógico que se ha hecho en nuestros institutos para señalar al "chorizo". A los centros se va a educar".

"Impresionan" a los pequeños

También los integrantes de la Plataforma en defensa de la enseñanza pública se mostraron ayer contrarios a la actividad desplegada por los perros dentro de las aulas públicas, lo consideran un ataque a este tipo de enseñanza, "cuando el mayor poder adquisitivo se encuentra entre los alumnos de la enseñanza concertada y privada", declaró Francisco García, delegado de CC OO, en nombre del colectivo. Entre los propios centros concertados, tanto directores como los representantes de los padres de alumnos apuntaron que los perros antidroga contribuyen a dar seguridad, pero siempre que estén en el exterior de los centros. Para que puedan entrar, plantean abordarlo antes con la comunidad educativa.

"Es interesante, es cuestión de proponerlo por razones de seguridad, pero sólo puntualmente. Resulta complicado en nuestros centros, -explica la presidenta de Escuela y Familia, Julia María Llopis- porque conviven los niños más pequeñitos de Infantil con los de Secundaria en el mismo recinto, y a los más pequeños los perros les pueden impresionar".

Eso sí, que los perros antidroga paseen a la puerta de los centros les parece "muy conveniente", tanto a Llopis como a los directores consultados de los centros concertados. "En el recinto imponen mucho más, pero si se trata de que los policías enseñen a los perros mientra dan charlas como actividad cultural y no de exhibición, preparadas de antemano, puede estar bien. Tampoco es para que los representantes de la enseñanza pública piensen que se hace en sus centros porque sean públicos", opinó la presidenta de las APA concertadas.

"No van a por los niños, es prevención"

"No se trata de hacer ningún tipo de redada en los centros públicos, sino de prevenir y concienciar sobre el consumo de droga y, para eso, los perros rompen el hielo. Tras mostrarlos y ver su actividad se da una charla sobre el peligro que esconde el consumo". Responsables del Ayuntamiento lamentaron muy vivamente el malestar que ha causado la presencia de los perros en las aulas. "La actividad es meramente preventiva, una demostración con los perros a quienes los chicos acarician y que se va a organizar en todos los tipos de centros, públicos, privados o concertados, donde lo pidan previo contacto con los directores: "Los perros no van a por los niños", concluyen. V. B.